Davos no aporta nada nuevo, relega crisis social en el mundo y sucumbe ante advertencias de Trump

Editado por Maria Calvo
2017-01-19 11:59:26

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por Roberto Morejón

La élite del capitalismo, representada en el Foro Económico de Davos, apenas escuchó informes sobre la grave desigualdad mundial, ante la zozobra reinante por las políticas a adoptar por el próximo presidente de Estados Unidos, a favor del proteccionismo.

Como parte del “glamour” del evento que congrega a líderes del libre mercado, neoliberalismo y las transnacionales junto a invitados, la cantante colombiana Shakira habló en el foro celebrado en el exclusivo centro turístico de los Alpes suizos.

En esa localidad sometida a fuertes medidas de seguridad, la célebre intérprete opinó que es desolador que en 2017 existan 250 millones de niños de menos de cinco años con riesgo de tener un retraso físico o intelectual.

Aunque la cantante aseveró que esa realidad mundial es un fracaso para todos, el auditorio escuchó con displicencia, porque la atención se concentraba en la era de Donald Trump, el presidente electo estadounidense, insólito adversario de la globalización.

Trump intimida a los partidarios de la globalización al alentar la aplicación de un proteccionismo comercial a la medida de sus intereses, pues todo en el planeta pasa por su visión egocéntrica.

Mientras en Davos se pronuncian por la globalización neoliberal, el magnate neoyorkino reclama el proteccionismo comercial y asume una óptica conservadora de la política y las relaciones económicas.

Ante la perplejidad de los defensores de un neoliberalismo distante de admitir la necesidad de rebajar las desigualdades sociales, Trump advierte con retirarse de los acuerdos comerciales recientemente pactados.

El próximo inquilino de la Casa Blanca indicó además la imposición de aranceles a algunos de los socios comerciales como México, al que exige pagar por la construcción de un muro en la frontera, y China.

El máximo dirigente del país asiático, la segunda economía a nivel global, acaparó con justeza la atención de un foro exclusivista que no ofrece nada novedoso ante los problemas del planeta.

Xi Jimping justificó la expectativa en torno a su figura y abogó en Davos por la globalización, pero no en su alternativa neoliberal, la apertura de un comercio justo para todos y la mayor atención a la pobreza en los cuatro puntos cardinales.

China, a quien Trump acusa de manipular divisas y amenaza con sancionarla, confirmó en Davos por medio de Xi Jimping que es un actor principal internacional, y que su economía sigue pujante, con 6,7% de alza del Producto Interno Bruto en 2016.

En momentos de crisis de refugiados, debilidad europea, auge de capitales especulativos y amenazas de ataques cibernéticos y terroristas, Beijing irradió confianza en Davos, en contraste con los tiempos borrascosos augurados desde Washington.



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