Por María Josefina Arce

En 2019 se celebrarán elecciones generales en Bolivia y, aunque falta más de un año ya comienza a tomar fuerza en el país andino un movimiento a favor de la postulación del actual presidente Evo Morales, impulsor de profundas transformaciones económicas y sociales.

Miles de bolivianos se han manifestado en las calles en distintas ciudades a favor del proceso de cambio que lidera Morales y de su candidatura para los comicios, una posibilidad que la oposición trata de impedir por todos los medios, pues ve alejarse aún más sus intenciones de retornar al poder.

La derecha intenta mostrar una imagen distorsionada de Morales y minimizar los avances registrados, pero esa no es la opinión de la mayoría de los bolivianos, quienes cuentan con hechos concretos para saber que su presidente trabaja por el futuro de todos y que un retroceso sería volver al implacable neoliberalismo.

'El presidente Evo Morales debe permanecer a la cabeza del Gobierno porque logró convertir a Bolivia en un país digno', afirmó el dirigente de los profesionales de la Coordinadora Departamental para el Cambio de Cochabamba, Cristian Torrico.

Por su parte, el vicepresidente de la Federación de Juntas Vecinales de Cochabamba, Esteban Ramírez, consideró necesario el respaldo al mandatario para garantizar la continuidad de la democracia y del proceso de transformaciones que permitió grandes avances económicos y sociales en Bolivia.

Los manifestantes apoyan un recurso presentado ante el Tribunal Constitucional para declarar como inconstitucionales varios artículos de la ley electoral y de la Carta Magna que limitan la participación de autoridades nacionales y departamentales en las elecciones.

La realidad es que la mayoría de los bolivianos no pueden obviar que con la llegada al poder en 2006 de Evo Morales se comenzó a vivir un clima de paz y estabilidad en la nación, antes conocida por los constantes golpes de estado que tenían lugar.

En poco más de una década de gestión el crecimiento económico ha promediado un cinco por ciento, convirtiéndose Bolivia en uno de los países latinoamericanos que presenta una notable estabilidad económica.

Una de sus principales medidas fue la nacionalización de los hidrocarburos y poner sus beneficios al servicio de la población, lo que permitió que por primera vez los bolivianos fueran los verdaderos dueños de sus riquezas naturales.

Múltiples programas sociales se han hecho posibles gracias a las ganancias generadas por los hidrocarburos, antes en manos de las transnacionales extranjeras, interesadas solamente en obtener jugosas utilidades.

Estas iniciativas permitieron una considerable reducción de la pobreza, al tiempo que se posibilitó que la educación y la salud llegaran a cualquier rincón de la geografía de la nación sudamericana.

Muchos son los logros de Bolivia en la última década que han beneficiado a sus ciudadanos, en especial a los sectores más vulnerables, que están conscientes que el retorno de la derecha al poder echará por tierra todos los avances de los últimos años que cambiaron el rostro del país.