Colombianos a las urnas, mientras la paz espera

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-05-26 08:29:23

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Por:Guillermo Alvarado

Unos 36 millones de colombianos están convocados para las elecciones presidenciales de este domingo 27 de mayo, cuyos resultados serán cruciales para la marcha del proceso de paz en el país sudamericano, donde permanecen aún algunos de los graves problemas que dieron origen al conflicto armado más prolongado de nuestro continente.

Cinco son los principales aspirantes que compiten por la primera magistratura colombiana y la mayor parte de las encuestas señalan a Ivan Duque, ahijado político del expresidente Álvaro Uribe, y al antiguo alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, como quienes tienen las mejores condiciones para pasar a la segunda ronda, prevista para el 17 de junio.

Duque pertenece al partido Centro Democrático, creado por Uribe para mantenerse en la vida pública de la nación, que aglutina a los sectores más reaccionarios de la derecha colombiana y es un férreo opositor a los acuerdos de paz, tanto a los firmados con la ahora Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, como los que se llevan a cabo con el Ejército de Liberación Nacional.

Entre las principales propuestas de Duque figura disminuir sensiblemente los impuestos a los empresarios y los ricos con el argumento de que así estaría impulsando la inversión nacional y creando mayores puestos de trabajo. En la práctica esto significa sacarle dinero a los pobres para dárselo a los ricos.

Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana, es visto como la alternativa progresista en estas votaciones y tiene sus mayores simpatías entre los jóvenes.

Petro apuesta por respetar los pactos ya firmados con la insurgencia y culminar los que están pendientes, así como resolver la situación de miseria que se vive en el campo y limitar el poder de los terratenientes y de los grupos armados irregulares que aterrorizan a la población.

Desafortunadamente no logró cohesionar a su alrededor a las fuerzas de izquierda, entre ellas al partido de la exguerrilla de las FARC, así como Poder Ciudadano, que impulsó la ya retirada candidatura de Piedad Córdova.

Los más conservadores aspiran a que Petro pudiese ser desbancado del segundo lugar por Germán Vargas Lleras, quien ocupó la vicepresidencia hasta 2017 antes de lanzarse al ruedo electoral y que de esta maneras la definición quede en la derecha. Los últimos sondeos ubican a Vargas Lleras en cuarto lugar, por detrás incluso del ambientalista Sergio Fajardo, que lograría la tercera posición.

Quien vive sus peores momentos es Humberto de la Calle, del Partido Liberal, debido, entre otras cosas, a los fallos del gobierno encabezado por Juan Manuel Santos, el empantanamiento del proceso de paz y el clima de violencia hacia los líderes comunitarios. El listado de candidatos lo cierra el pastor evangélico Jorge Antonio Trujillo, quien no aparece en los sondeos de intención de voto.

Se trata de una elección claveUnos 36 millones de colombianos están convocados para las elecciones presidenciales de este domingo 27 de mayo, cuyos resultados serán cruciales para la marcha del proceso de paz en el país sudamericano, donde permanecen aún algunos de los graves problemas que dieron origen al conflicto armado más prolongado de nuestro continente.

Cinco son los principales aspirantes que compiten por la primera magistratura colombiana y la mayor parte de las encuestas señalan a Ivan Duque, ahijado político del expresidente Álvaro Uribe, y al antiguo alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, como quienes tienen las mejores condiciones para pasar a la segunda ronda, prevista para el 17 de junio.

Duque pertenece al partido Centro Democrático, creado por Uribe para mantenerse en la vida pública de la nación, que aglutina a los sectores más reaccionarios de la derecha colombiana y es un férreo opositor a los acuerdos de paz, tanto a los firmados con la ahora Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, como los que se llevan a cabo con el Ejército de Liberación Nacional.

Entre las principales propuestas de Duque figura disminuir sensiblemente los impuestos a los empresarios y los ricos con el argumento de que así estaría impulsando la inversión nacional y creando mayores puestos de trabajo. En la práctica esto significa sacarle dinero a los pobres para dárselo a los ricos.

Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana, es visto como la alternativa progresista en estas votaciones y tiene sus mayores simpatías entre los jóvenes.

Petro apuesta por respetar los pactos ya firmados con la insurgencia y culminar los que están pendientes, así como resolver la situación de miseria que se vive en el campo y limitar el poder de los terratenientes y de los grupos armados irregulares que aterrorizan a la población.

Desafortunadamente no logró cohesionar a su alrededor a las fuerzas de izquierda, entre ellas al partido de la exguerrilla de las FARC, así como Poder Ciudadano, que impulsó la ya retirada candidatura de Piedad Córdova.

Los más conservadores aspiran a que Petro pudiese ser desbancado del segundo lugar por Germán Vargas Lleras, quien ocupó la vicepresidencia hasta 2017 antes de lanzarse al ruedo electoral y que de esta maneras la definición quede en la derecha. Los últimos sondeos ubican a Vargas Lleras en cuarto lugar, por detrás incluso del ambientalista Sergio Fajardo, que lograría la tercera posición.

Quien vive sus peores momentos es Humberto de la Calle, del Partido Liberal, debido, entre otras cosas, a los fallos del gobierno encabezado por Juan Manuel Santos, el empantanamiento d donde la derecha, local y regional, y los Estados Unidos cruzan los dedos a favor de Ivan Duque, mientras la izquierda y los movimientos progresistas esperan una victoria de Gustavo Petro que significaría no sólo un impulso a la paz, sino a la estabilidad y la integración regional.



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