Una escuela que responda a las necesidades

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-09-03 09:47:50

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Foto: Archivo.

Por: Roberto Morejón

El curso escolar 2018-2019 se inició exitosamente en Cuba después de un arduo y significativo proceso inversionista que incluyó el rescate de escuelas y otros edificios dañados por fenómenos meteorológicos.

Con una matrícula de más de un millón 745 mil alumnos, el año lectivo cuenta con cerca de 156 mil maestros y profesores, incluyendo contratados, jubilados, alumnos universitarios y otras alternativas para cubrir un déficit de 7 por ciento de la plantilla.

El gobierno, el Ministerio de Educación y otras entidades lograron alistar las condiciones indispensables para la apertura de sus puertas de 10 mil 717 instituciones, 29 más en relación con el período docente anterior.

La encomienda fue significativa porque en los últimos 11 meses Cuba fue impactada por fenómenos meteorológicos intensos.

El huracán Irma, con vientos de hasta 250 kilómetros por hora, embistió 13 de las 15 provincias en septiembre pasado, dejó un saldo de 10 muertos y estragos en inmuebles, entre ellos dos mil 264 escuelas.

En mayo último, esta nación caribeña fue castigada por la tormenta subtropical Alberto, con copiosas lluvias, que aumentaron el número de edificaciones escolares necesitadas de reparaciones.

Solo un énfasis en el proceso de remozamiento y rescate de los planteles y la garantía del presupuesto en educación, al que el Estado destina 10 por ciento del Producto Interno Bruto, permitió llegar al inicio del itinerario escolar 2018-2019 en circunstancias favorables.

Es cierto que no son pocas las escuelas que aún requieren de faenas cruciales para aminorar su deterioro por el paso del tiempo, pero Cuba garantizó que todos sus niños y jóvenes fueran a las aulas.

También hay dificultades con el parque de equipos tecnológicos de apoyo a la enseñanza, aunque se trabaja intensamente en su reparación.

Con la aplicación en el nuevo período lectivo de la continuidad del tercer perfeccionamiento del Sistema Nacional de Enseñanza, Cuba se adentra en una renovada organización escolar y de las formas de desempeño de los docentes.

De sus herramientas pedagógicas, cultura general y sensibilidad esperan millones de cubanos para lograr que las nuevas generaciones se califiquen en los aspectos técnico y humanístico, sean honestos, desprendidos y respetuosos hacia los adultos y la Patria.

El comienzo de las clases implica para padres y pedagogos una comunicación armoniosa para ser más activos al inculcarles a los más pequeños de las familias valores morales, éticos y cívicos.



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