Por: María Josefina Arce.
Hasta Cuba llegó el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, no solo con el objetivo de consolidar las fraternales relaciones bilaterales, sino como portador de un mensaje de solidaridad para el pueblo cubano, al que, afirmó, su país continuará apoyando en su lucha contra el bloqueo norteamericano.
Sánchez Cerén, quien desarrolla una amplia agenda en territorio cubano, se pronunció a su llegada a La Habana en contra del cerco económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba durante casi seis décadas por Estados Unidos.
En su intervención en el segmento de alto nivel del septuagésimo tercer período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, efectuado a finales de septiembre pasado, el primer mandatario salvadoreño señaló que para que la comunidad internacional avance con paso firme hacia el desarrollo, debe ponerse fin a las medidas unilaterales, como el injusto y anacrónico bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos.
Siempre vamos a seguir luchando para que termine el bloqueo. Es una decisión injusta contra el pueblo y no ha permitido que Cuba se desarrolle, subrayó en territorio cubano el jefe de estado salvadoreño, quien también calificó como muy fructíferos los nexos que unen a ambas naciones.
Desde que realizara su primera visita a La Habana en 2015 Cuba y El Salvador trabajan en doce proyectos conjuntos,de los cuales se han concluido siete hasta este momento.
Un gran impacto ha tenido en las capas más humildes de la sociedad salvadoreña la Misión Milagro, una iniciativa del líder de la revolución cubana, Fidel Castro, y del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, que rebasó las fronteras de los dos países y hoy se extiende por América Latina.
Unos veinte mil salvadoreños de escasos recursos han recuperado la visión, gracias a este programa gratuito de rehabilitación oftalmológica, sustentado en la solidaridad que debe primar en las relaciones internacionales.
Asimismo numerosos jóvenes de familias humildes se han graduado en las distintas universidades cubanas, fundamentalmente en la Escuela Latinoamericana de Medicina.
El pequeño país centroamericano se ha beneficiado igualmente del programa cubano de alfabetización “Yo sí puedo”, merecedor de varios premios internacionales por su eficacia y que constituye una contribución de Cuba a los esfuerzos mundiales por erradicar el analfabetismo.
Unas 330 mil personas han aprendido a leer y escribir mediante el método cubano, que ha posibilitado que en la actualidad más de 70 municipios de El Salvador hayan sido declarados como Territorios Libres de Analfabetismo.
Una iniciativa que ha tenido una gran aceptación ha sido la creación en la nación centroamericana, con asesoría cubana, de La Colmenita. Fundado hace 28 años, este proyecto comunitario de teatro infantil llegó en 2015 a territorio salvadoreño de la mano precisamente del actual jefe de estado, consciente de su potencial educativo.
Desde entonces, los colectivos infantiles abiertos en El Salvador superan la veintena, e incluso realizan un festival anual.
La visita que realiza a Cuba el presidente de El Salvador permitirá identificar nuevas áreas de cooperación y de ese modo, continuar fortaleciendo unos nexos caracterizados por la amistad, el respeto, el trabajo conjunto por la integración latinoamericana y la coincidencia en otras importantes problemáticas de la actualidad.