EE.UU. amenaza y Cuba distingue prioridades

Editado por Maite González Martínez
2019-04-15 08:00:39

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Por: Roberto Morejón

Ante el renovado acoso de la actual administración de Estados Unidos, los cubanos asumen una estrategia de resistencia, con capacidad de respuesta para garantizar el bienestar y el desarrollo.

La Asamblea Nacional del Poder Popular examinó recientemente las modalidades para enfrentar una coyuntura tensa.

La sesión extraordinaria del parlamento centrada en la economía denunció las medidas de la administración de Donald Trump para cercar financieramente al país.

Las relaciones bilaterales retrocedieron a su peor momento y el Departamento del Tesoro persigue febrilmente a los bancos que hacen operaciones con Cuba.

Washington también penaliza a compañías navieras con el encargo de transportar petróleo desde Venezuela a la mayor de las Antillas.

Peor aún, amenazan con restablecer en su totalidad el título III de la Ley Helms-Burton, hasta propiciar reclamaciones en cortes estadounidenses por las empresas nacionalizadas aquí.

Al obstaculizar créditos de terceras naciones, la Casa Blanca procura asimismo anular los soportes de Cuba para la supervivencia.

La respuesta fue subrayada en el parlamento, donde el Presidente Miguel Díaz-Canel, ministros, diputados y jefes de comisiones expusieron los planes a fin de garantizar objetivos esenciales del país.

Quedaron perfiladas como prioridades la preparación para la defensa y el trabajo por una economía más eficiente, con resultados impostergables, aun cuando el escenario material pudiera agravarse.

Los postulados de la política a seguir plantean una mayor cooperación con otros Estados deseosos de actuar soberanamente y desarrollar iniciativas favorables a la supervivencia, la paz y prosperidad.

Cuba, a su vez, adapta su economía a la realidad del entorno mundial y ante insuficiencias internas, pues persisten ineficiencia administrativa, insuficiente ahorro y mentalidad importadora.

De ahí la planificación de la economía en tres etapas para el período desde 2019 hasta 2030, con seis sectores estratégicos.

Los capitales hoy escasos y los bríos se centrarán en el turismo, la industria biotecnológica y farmacéutica, el sistema electroenergético, generación de alimentos, exportación de servicios profesionales y construcción.

Es decir, los cubanos ajustan sus pasos con la ventaja de contar con una economía más diversificada, si se compara con la etapa más cruenta del llamado período especial de los años noventa del siglo pasado.

Incluso, en medio de la situación contraproducente Cuba considera viable priorizar financiamientos para programas de desarrollo local, como el de la vivienda, uno de los problemas sociales más acentuados del país. FIN



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