Escritores y artistas cubanos con rumbo certero

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-07-02 07:35:52

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Foto: Archivo.

Por: Roberto Morejón

Los artistas y escritores cubanos emprenden en su organización de vanguardia una nueva fase de trabajo en condiciones materiales difíciles para el país, bajo asedio estadounidense, aunque ellos se caracterizan por su talento, experiencia y habilidades que allanarán el camino hacia el cumplimiento de los objetivos.

El noveno congreso de la UNEAC, Unión de Escritores y Artistas de Cuba, rindió recientemente jornadas memorables, donde los afiliados a esa estructura social e invitados discutieron a fondo, sin cortapisas, problemas que afectan al engrandecimiento de la cultura.

En momentos en que desde el exterior pretenden dividir a la intelectualidad de la mayor de las Antillas, sus exponentes definieron cursos apropiados de acción y señalaron por su nombre insuficiencias y errores.

Los artistas y escritores de la nación caribeña pusieron de relieve en sus últimos encuentros la necesidad de defender y robustecer la institucionalidad en la cultura, sin menoscabar la libertad de creación, pero en contra de los intentos por quebrantar la riqueza espiritual autóctona.

Puede avizorarse el fortalecimiento de los cauces para proseguir el diálogo, no exento de disparidades, acerca de asuntos trascendentes del arte, la literatura, la educación, el turismo y otros de interés.

Porque los creadores reafirmaron que están lejos de gravitar en el elitismo, al identificarse con la problemática de la nación, en la que sobresalen avatares materiales y pérdida de valores, banalización, vulgaridades y consumismo de algunos segmentos poblacionales.

Frente a esas lagunas, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba trabajará durante el próximo lustro con una nueva directiva a favor de seguir consolidando la política cultural de la Revolución.

Igualmente enfatizará en democratizar el acceso a las manifestaciones artísticas y defender la identidad y el patrimonio, en un ambiente de libertad y solidaridad.

En el contexto de los ricos debates acaecidos en La Habana afloró por su valentía, transparencia, sentido crítico y aleccionador el discurso pronunciado por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.

El estadista hizo referencia a una inquietud de intelectuales y pobladores acerca de la necesidad de que el mercado no vaya por delante del arte, independientemente del imperativo de que la cultura aporte al Producto Interno Bruto.

Con esas y otras alusiones, el Presidente cubano puso de relieve la atención que le otorga a la estratégica esfera de la cultura, esencial para la nación, y llamó a la nueva directiva de la UNEAC a desarrollar una faena necesitada de apoyo ciudadano: desatar una irreconciliable batalla contra la incultura y la indecencia.



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