Uruguay escogerá presidente

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-10-05 08:13:13

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Foto: Archivo.

Por: Guillermo Alvarado

En el interesante calendario electoral de este mes en la región, los ciudadanos de Uruguay acudirán a las urnas el domingo 27 de octubre para elegir nuevo presidente en medio del resurgimiento de discursos fascistas en el país considerado como el más tranquilo y pacífico del área.

Hasta ahora el favorito en los sondeos de intención de voto, con cerca del 40 por ciento, es Daniel Martínez, del Frente Amplio, una coalición progresista creada en 1971 y que ha gobernado tres veces consecutivas en la nación sudamericana.

Durante ese período la pobreza disminuyó de manera notable y la economía mantuvo un ritmo estable, lo que permitió elevar la calidad de vida de la población y convertirse, de acuerdo con la ONU, en el tercer país con mejor índice de desarrollo humano.

Martínez enfrenta a un grupo de organizaciones de derecha y extrema derecha, encabezados por el Partido Nacional, que presenta como candidato a Luis Lacalle, hijo del expresidente del mismo nombre, que marcha segundo con un potencial de sufragios del 21,6 puntos.

Tercero, con 16,6 por ciento, está el antiguo presidente del Banco Central de Uruguay,  Ernesto Talvi, del conservador Partido Colorado que representa a sectores urbanos adinerados y propone la aplicación de políticas de corte neoliberal.

 

El cuarto sitio en las encuestas lo ocupa un oscuro personaje, el general retirado y ex comandante en jefe del Ejército Nacional, Guido Manini, quien igual que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es un nostálgico de la dictadura militar.

Este general fue destituido por el jefe de Estado, Tabaré Vásquez, por emitir criterios facistas y criticar a los jueces que dictaron condenas contra probados torturadores y violadores de los derechos humanos durante el régimen castrense.

Manini, del partido Cabildo Abierto recibió formación militar en Estados Unidos y los sondeos le atribuyen una intención de voto del doce por ciento para los próximos comicios.

En el mejor de los panoramas, el Frente Amplio debería ganar en primera vuelta porque en el caso de ir al repechaje corre el riesgo de que las agrupaciones de derecha se unan contra él para tratar de desalojarlo y restaurar un gobierno neoliberal o, en el peor de los casos, tratar de llevar a la presidencia a un émulo de Bolsonaro.

Esto implica hacer un trabajo fuerte en las semanas que faltan, sin perder de vista que en esa misma fecha también se elegirá a los miembros del Parlamento, un poder del Estado que puede adelantar u obstaculizar el trabajo del futuro gobierno, según resulte su composición.

Octubre será, pues, un mes clave para el futuro político de la región y el de los  proyectos de integración y cooperación que no pasen por los dictados de Washington.  



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