Foto: Archivo/RHC.

Por: Guillermo Alvarado

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y su equipo económico, se apuntaron una notable victoria con la renegociación del 99 por ciento de la deuda pública del país, lo que permitirá equilibrar las finanzas y diseñar con mayor certeza el futuro a corto y mediano plazo.

Se trata de 66 mil 239 millones de dólares que fueron emitidos en bonos del Estado la mayor parte durante la administración de Mauricio Macri y que están en manos de acreedores en el exterior, lo que representa una dura carga para el presupuesto por la proximidad de su vencimiento y los elevados intereses.

De acuerdo con el ministro de Economía, Martín Guzmán, habrá un alivio de la deuda en la próxima década de 37.700 millones de dólares y la tasa de interés promedio baja del 7 por ciento al 3,07 por ciento.

Las nuevas obligaciones a pagar en un plazo ampliado serán de 54,8 dólares por cada cien adeudados, lo que se conoce como Valor Presente Neto, o sea el precio actual de cada título.

Guzmán, quien fue criticado por la derecha y los grupos afines a Macri por ser el ministro más joven del gabinete y su presunta falta de experiencia, dijo que ahora se podrá elaborar un presupuesto adecuado para 2021, porque el país ya sabe con cuántos recursos cuenta.

Este triunfo, recordemos, se consiguió en medio de una situación particularmente compleja por la pandemia de covid-19, que obligó a que las reuniones con los acreedores se hicieran por vía virtual, con todas las limitaciones que ese medio implica.

Falta ahora otro importante paso para armonizar las cuentas públicas de la nación sudamericana, como lo es renegociar con el FMI el abultado y oneroso crédito otorgado a Macri con el pretexto de cubrir la masiva evasión de capitales y la crisis cambiaria detonada durante su mandato.

El préstamo fue autorizado durante la dirección en el Fondo de la francesa Christine Lagarde y resultó un fracaso rotundo respecto a sus dos supuestos objetivos, retornar la inversión extranjera directa y equilibrar las finanzas.

La nueva directora general, Kristalina Georgieva, quien apoyó al gobierno de Fernández en su pulseada con los tenedores de bonos, podría ser más accesible a la hora de plantearse nuevas condiciones para pagar los 45 mil millones de dólares que recibió el ejecutivo de Cambiemos y no sirvieron para nada.

Macri, quien ahora reside en el exterior, dejó un país endeudado hasta las uñas, empobrecido al máximo y sin futuro, panorama que este gobierno, aún con la pesada carga que implica la creciente presencia de la covid-19, se empeña en cambiar para beneficio de toda la población, sobre todo de los menos favorecidos.