¿Ébola de nuevo?

Editado por Maite González Martínez
2021-02-16 06:20:17

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Por: Guillermo Alvarado

La Organización Mundial de la Salud, OMS, fue informada acerca de nuevos casos de ébola descubiertos recientemente en Guinea-Konakry, donde en diciembre de 2013 comenzó la más grande epidemia conocida hasta ahora de esa enfermedad que afectó a otros países de África Occidental.

Un mensaje en las redes sociales del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que en estos días se realiza un diagnóstico de confirmación para determinar el rumbo a seguir.

El ministro guineano de Salud, Rémy Lamah manifestó su preocupación y señaló que hay por lo menos cuatro fallecidos por ese mal, que es muy contagioso y tiene una elevada tasa de letalidad.

La noticia llega en un pésimo momento, cuando todo el mundo está enfocado en el combate contra la pandemia de covid-19, que ya afectó a 109 millones de personas, de las que perdieron la vida 2,41 millones.

Aunque África no es precisamente el continente más afectado por el nuevo coronavirus, en Guinea-Conakry, con 12,7 millones de habitantes, hay registrados unos 15 mil casos y 85 fallecidos, cifra elevada si se toman en cuenta el bajo gasto estatal en salud pública y el pésimo nivel de vida de la mayoría de la población.

Un brote serio de ébola causaría graves daños en un país como ese y entre los temores está saber si el mundo desarrollado haría en estos momentos un aporte significativo para contener ese mal.

No olvidemos que en 2014, cuando se declaró la epidemia y la OMS reclamó  ayuda para las tres naciones afectadas, Guinea, Liberia y Sierra Leona, fue Cuba, pequeña y bloqueada, la primera, y única durante un buen tiempo, en enviar personal médico para atender la emergencia.

En aquella ocasión en esta zona del África Occidental murieron 11 mil 300 personas, aunque la misma OMS reconoce que las cifras son conservadoras y en realidad podrían elevarse hasta siete veces más.

El ébola lo causa el virus del mismo nombre, descubierto en 1976 en Zaire, actual República Democrática del Congo, se transmite por el contacto con los fluidos de animales o personas contagiadas y provoca fiebre alta, dolor intenso de cabeza, vómitos, diarrea y hemorragia.

En la actualidad hay dos vacunas experimentales, cuyos resultados no han sido muy prometedores, y tampoco existe un tratamiento específico para curar este padecimiento, por lo que el control de los contagios es la mejor vía.

Esperemos que este sea el caso y se eviten mayores sufrimientos en un continente castigado por la pobreza, la explotación y el olvido de buena parte del mundo.  FIN  



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