No puede haber impunidad ante un acto racista

Editado por Maria Calvo
2022-10-31 06:32:08

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Caricatura de Ku Klux Klan

por Pedro de la Hoz

Al calor de una festividad ajena por completo a nuestra identidad cultural, aunque cada vez más implantada en sectores de la población, un grupo de jóvenes ha provocado indignación, sobre todo en las redes sociales, al salir a la calle disfrazados con capuchas del Ku klux klán, preguntando: «¿Dónde están los negros?».

Esta expresión pública es absolutamente inadmisible. Y mucho más inadmisible la pasividad y la permisividad que arroparon el acto. No se puede ignorar que las manifestaciones racistas son punibles en la legislación penal cubana.

Hay que ir más allá de lo anecdótico, aun cuando, insisto, está por ver la respuesta institucional y legal ante el hecho.

El racismo es una construcción cultural que si no se ataca de raíz penetra y pervive en la subjetividad humana. La cultura supremacista, que privilegia las supuestas ventajas de un color de la piel sobre otros no es privativa de Estados Unidos, la nación que desarrolló con mayor fuerza ese perverso enfoque.

En Cuba ha habido que luchar a brazo partido contra «el engaño de las razas» atinado concepto orticiano, por reivindicar el legado histórico y cultural de los africanos esclavizados y sus descendientes a nuestra legítima cultura mestiza. Mucho habrá que seguir luchando, pero el proceso de transformaciones revolucionarias de las últimas décadas no solo le ha dado impulso a esa perspectiva, sino también ha observado aquellas zonas donde no se ha avanzado suficiente e incluso se reproducen patrones y estereotipos racistas.

En todo caso lo sucedido nos revela los vasos comunicantes entre una ideología repudiable y ajena a los valores éticos ciudadanos de nuestra sociedad y la asimilación acrítica de modelos culturales de consumo que nada tienen que ver con nuestra idiosincrasia.

Sería oportuno refrescar con el arte reflejo el problema en toda su complejidad durante uno de los episodios de la primera temporada de la serie Calendario. La educación antirracista es un elemento consustancial al socialismo cubano y todo lo que se haga por inculcar esos preceptos siempre será bienvenido y necesario. (Tomado del diario Granma)



Comentários

  • Manuel Martinez's gravatar
    Manuel Martinez
    31/10/2022 11:47 am

    E$ste sucesomerece refeuonar bien no solo como puede haber autoridades y funcionarios indiferentes a lo que sucede en las calles, sino a aceptar que entre los jovenes pudiera haber comportanientos inpensados o valorado con superficialidad. Se trata de propiciar un debate en cada sitio y entorno, teniendo en cuenta las carateristicas de cada caso, y sacar enseñanzas de que puede y que no puede hacerse y permitirse. El acto es imúdico y aberrante, esecia,ente porque esta organización tomada como refeente para el disfraz, es una institución fascista, criminal y asesina bien reconocida por todosd, causante de cientos de linchamientos y otros crímenes entre la poblacion negra norteamericana. Pero en Cuba, alguien pudiera pensa, eso no tiene la misma tracendencia, pero estaría equivocado. En Cuba no hubo KKK, pero si intentos de crearlol no se encapuchaban los racistas para linchar, pero si existieron linchamientos por causa de odio racial, sin que mediara ningín crimen, como sucedió enb Sagua la Grande en 1912 cuando cuatro jovenes negrdos fueron acribillados a balazos por el delitode ..cruzar por el parque de la ciudad. Pero no fue el ñunico. De cualquier forma algunos pensariasn que es solo un disfraz, y que el hecho no tiene importancia fuera de las fronteras cubanas donde se suele acudarnos de extremistas. Recordemos algo: En Brasil, por ejemplo, endicembre de 2021 un individuo, profesor de una escuela de Sao Paulo, decidió salir a la calle disfrazado cose abominable vestuario del KKK, en un desfile de disfraces organizado por los estudiantes de la escuela, y por ello fue detenido, suspendido de su cargo y empleo y llevado a juicio por el delito de racismo. En el propio Estados unidos en 2017 una persona intentño entrar, en el horario de vistas, al Capitolio en Washington, vestido con el uniforme del KKK, no solo le fue impedida la antrada, sino que fue detenido. El añi pasado, una "ingenuidad" como esta fue ampliamente discutida en las redes sociales y en las opiniones, muy duvrsas y encontradas, se pude ver de todo, desde extremismos radicales e intolerantes hasta posiciones indiferentes y, lo que es peor, defensores del derecho a disfrazarse de lo que uno quiera. No se trata de solo un disfraz, es una imagen, un símbolo que debmos enfretar, con educación, razonamiento y convencimiento, pero sin tolerancia pues nadie sabe este paso a donde nos podría llevar.


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