Foto tomada de Archivo/El 19 Digital
Por Roberto Morejón (RHC)
Como es costumbre, el Gobierno nicaragüense celebró el aniversario de la revolución sandinista, esta vez el número 45, en unión con el pueblo.
Con actos centrales y municipales y con la asistencia de más de 700 representaciones extranjeras, Nicaragua evocó el triunfo de un movimiento que liquidó la dictadura de Anastasio Somoza y creó las condiciones para luchar por la erradicación de la pobreza.
Luego del fin de un régimen represivo, apoyado por Estados Unidos, los sandinistas cambiaron instituciones, para empoderar a las mayorías y garantizar la independencia, soberanía y autodeterminación.
No ha sido fácil el camino, pues sobrevinieron brutales sanciones de Estados Unidos, restricciones a la economía e intentos de golpe.
Todo ello acompañado de una feroz campaña de hostilidad de gobiernos de Occidente y de la prensa hegemónica.
Pero el proceso político y económico prosigue en Nicaragua, no sin obstáculos y limitaciones materiales.
Sobresalen logros como el de la educación, con una creciente tasa de alfabetización, en contraste con la mitad de la población iletrada durante el régimen de Somoza.
El aniversario 45 de la revolución sandinista estuvo aparejado a la entrega de escuelas y viviendas, títulos de tierras, créditos, calles adoquinadas, sistemas de agua potable, pensiones y creación de más brigadas sanitarias así como el fortalecimiento de la red Comunitaria de Salud.
En muchos de esos proyectos tiene participación notable la juventud, declarada por la Asamblea Nacional como Patrimonio Nacional de Nicaragua.
Como señala la vicepresidenta Rosario Murillo, en Nicaragua la vida es para caminar y avanzar, porque se hace caminos al andar.
Y para conseguirlo, el gobierno estrecha relaciones con otros países, como Rusia, Belarús y China.
Con la asistencia de esos y otros países y el esfuerzo propio, la tierra de Augusto César Sandino (1895-1934) concreta la recuperación sostenible de la economía, tras la pandemia de la Covid-19.
Fuentes del Banco Central destacaron cómo han sostenido el tipo de cambio y acumularon reservas internacionales, sin sacrificar el crecimiento económico.
El alza del Producto Interno Bruto en 2024 podría llegar a cinco por ciento, en medio de un proceso en el que cada vez más nicaragüenses deciden emprender negocios, con la apertura de cuatro mil nuevos, en lo que va de año.
En medio del orden y en paz, los nicaragüenses afrontan dificultades, no pocas derivadas del asedio externo, pero encontraron espacio para celebrar el Día de la Alegría, el 19 de julio.
