Carrera Electoral en Estados Unidos. Imagen: YouTube

por Guillermo Alvarado

Conocidos ya oficialmente las duplas que se enfrentarán en Estados Unidos por el control de la Casa Blanca en los comicios de noviembre próximo, se puede decir que ese país está ya en plena carrera electoral, un espectáculo con ribetes circenses donde veremos cruzar acusaciones de todo tipo.

Una de las primeras la lanzó el magnate y ex presidente Donald Trump, cuando dijo que el Partido Demócrata pretende instalar en la potencia norteña un gobierno comunista, una frase dirigida a un público estadounidense normalmente con muy poca cultura política.

Todo el mundo sabe que en ese país uno y otro partido pertenecen al mismo sistema y sus diferencias son apenas de matices porque en realidad obedecen a intereses globales bien definidos. Dicho de otra manera, quienes marcan el rumbo estratégico no son los que están en la Casa Blanca.

Para citar un ejemplo, Kamala Harris y Donald Trump tienen posiciones diferentes en cuanto al comercio de armas de fuego dentro de Estados Unidos. La primera busca poner más restricciones a la venta de estos artefactos, mientras el segundo prefiere un mercado totalmente liberado o con el menor número de regulaciones posible.

Pero ambos coinciden en que ese país continúe siendo la mayor potencia militar del planeta y el primer proveedor de clientes en zonas de conflicto, como Ucrania e Israel.

Todos los envíos que se hacen hacia esas zonas tienen un precio y generan ganancias fabulosas al complejo militar industrial de Estados Unidos. Quien piense que los aviones, bombas, fusiles y otros artefactos que llegan a Kiev y Tel Aviv son gratis o una donación, padecería de una ingenuidad brutal.

Así lo señala un análisis de Daniel Kersffeld publicado en el diario argentino Página 12, donde señala que bajo la administración Biden-Harris, las transferencias militares fueron una prioridad y la principal palanca económica de esa nación.

En el año fiscal 2023, agrega, se registraron envíos de armas y servicios de defensa en el extranjero por un total de 80 mil 900 millones de dólares y en 2024 la cifra será mayor por el aprovisionamiento a Israel, Ucrania, Polonia, República Checa, Noruega, Bulgaria y Arabia Saudita.

Una cosa es el mercado interno, donde se aceptan diferencias, y otra son las exportaciones militares que nutren las finanzas nacionales y donde uno y otro partido siguen instrucciones muy precisas.

Habrá más sobre estos temas durante los próximos meses, amigos, en ese espectáculo que allá en el norte le llaman democracia.