Por: Maritza Gutiérrez

Arribamos al 2025 con importantes desafíos y prioridades en torno al modelo económico y social cubano, que tiene en  el pensamiento económico del líder de la Revolución, Fidel Castro, un referente  que  sigue siendo relevante en el contexto actual, según afirmó en  un reciente artículo publicado en Cubadebate,  el economista cubano, Dr.C. José Luis Rodríguez. 

Una de las características más destacadas del pensamiento económico de Fidel Castro es su énfasis en la justicia social y la equidad. Desde el triunfo de la Revolución en 1959, Fidel  promovió la idea de que la economía debía estar al servicio del pueblo, priorizando el bienestar de las masas sobre el enriquecimiento individual.

Esta visión se tradujo en políticas que buscaban eliminar las desigualdades económicas y garantizar el acceso a servicios básicos como la educación y la salud para todos los cubanos.

Fidel  defendió la planificación centralizada en la economía, considerando  que el Estado debía dirigirla para prevenir los  excesos del capitalismo y asegurar una distribución equitativa de recursos.

A pesar de sus detractores, la planificación centralizada también ha permitido a Cuba enfrentar desafíos significativos, como el bloqueo económico, financiero y comercial  impuesto por Estados Unidos durante décadas. Gracias a  la planificación se  ha fomentado la resiliencia en tiempos de crisis.

Otro aspecto relevante del pensamiento económico de Fidel es su enfoque en la sostenibilidad y la autosuficiencia en la producción de recursos propios,  enfoque que se ha vuelto aún más crucial en la actualidad, ante la necesidad creciente de adoptar prácticas económicas amigables con el medio ambiente.

Sin embargo, es importante  reconocer que el modelo económico cubano  ha enfrentado  otros desafíos significativos como la falta de incentivos para la innovación y la producción, así como las limitaciones impuestas por el contexto internacional.

De ahí que en reciente pleno del comité central del partido comunista de Cuba, se analizaron temas medulares sobre la revitalización de  la economía nacional y   el programa de gobierno para corregir  las desviaciones y tendencias negativas de la sociedad, que no es un asunto nuevo. Fue una batalla   impulsada por Fidel y  ha sido fundamental para la Revoluciaón cubana, desde sus inicios.

De manera que  la experiencia acumulada por Fidel a lo largo de muchos años de enfrentamiento a los obstáculos  que han afectado  a la sociedad cubana, -sometida a un férreo bloqueo por parte de EE.UU.- motivó en él profundos razonamientos  en un discurso pronunciado en la Universidad de La Habana el 17 de noviembre del 2005  sobre la irreversibilidad del socialismo en Cuba, invitando a la reflexión.

Sin dudas, su honestidad y ética revolucionaria formaron parte esencial de su papel como líder. Su espíritu autocrítico al valorar la obra revolucionaria –con la inevitable cuota de errores propios de  toda Revolución- siempre estuvo presente al mostrar los resultados del trabajo de nuestro pueblo

Fidel   fue capaz de avizorar el desarrollo de los acontecimientos políticos, sociales y económicos en cada momento y preparar al  pueblo para enfrentarlos. Y en ese camino recorrido nunca dio cabida al pesimismo, jugando un papel muy importante como pedagogo y educador social, aun en las circunstancias más difíciles, para demostrar que no hay tarea imposible si se lucha junto al pueblo, sin descanso,  por convertir los sueños en realidad.