Los fantasmas de la economía mundial en el 2016

Editado por Martha Ríos
2016-01-07 20:17:12

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Por Sergio Alejandro Gómez

El año que recién comienza tampoco luce prometedor para el despunte de la economía global, que no acaba de librarse del lastre de la recesión sufrida a partir del colapso financiero del 2008.

Según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el crecimiento de la economía mundial en el 2015 fue del 2,4 %, levemente inferior al registrado en el 2014, que fue del 2,6 %. Para el 2016 se espera una leve aceleración que alcanzaría una tasa cercana al 2,9 %.

Este escenario no es muy positivo para la región de América Latina y el Caribe, que decreció un 0,4 % el pasado año y este año prevé un estancamiento de su desempeño económico del 0,2 %.

Cuba, que creció un 4 % en el 2015, muy por encima de la media, bajó sus perspectivas para el actual año a un 2 %, entre otros factores por la incertidumbre sobre el desempeño de la economía global en general y de la región latinoamericana en específico.

Varios fantasmas ensombrecen el panorama del 2016. En primer lugar Estados Unidos creció un 2 % durante el 2014 y debe repetir este año ese escenario. Su déficit fiscal (diferencia entre los gastos y los ingresos) continúa cercano al 5 % y su deuda pública es más grande que los ingresos de todo un año.

Michael Ivanovitch, director ejecutivo de la empresa financiera global MSI, le explicó a la BBC Mundo que la mayor economía del mundo tiene poco margen para expandirse más allá de como lo está haciendo en la actualidad.

Al otro lado del Atlántico, Europa no acaba de repuntar y se mantiene anclada a una política de austeridad.

La principal esperanza es que Alemania, con un superávit de su cuenta corriente (exportaciones versus importaciones) de 280 000 millones de dólares, haga mayores esfuerzos para estimular al resto de los miembros de la eurozona.

En el caso de las naciones emergentes, principalmente China, cuyo crecimiento cercano al 10 % había sido un motor para el desarrollo mundial, las proyecciones son menos alentadoras para este año.

El gigante asiático está enfrascado en un cambio de su modelo de desarrollo, centrado en las exportaciones, a uno basado en el consumo interno, lo cual no ha estado exento de turbulencias. Se espera que crezca en tasas cercanas al 7 %.

Para los países latinoamericanos este escenario se agrava con la caída de los precios de sus principales exportaciones. Entre enero del 2011 y octubre del 2015 la caída de los precios de los metales y de la energía (petróleo, gas y carbón) fue cercana al 50 % mientras que los alimentos disminuyeron un 30 %.

Además, las maniobras de la derecha en varios países de la región amenazan con volver a las recetas neoliberales y destruir la plataforma social que sacó a millones de personas de la pobreza durante la última década.

La Reserva Federal de Estados Unidos (FED), a pesar de ser una institución privada, funciona como el banco central de los Estados Unidos.

El anuncio en diciembre pasado de la subida de sus tasas de interés por primera vez en casi una década tiene a medio mundo con los pelos de punta. Las tasas de interés son un mecanismo para controlar la oferta de dinero en el mercado y al subir su valor se desestimula el préstamo pero aumentan los márgenes de ganancia dentro de Estados Unidos.

Esta medida podría tener graves impacto en las naciones emergentes, como fuga de capitales y devaluaciones monetarias.

Tras la crisis financiera del 2008, la FED decidió bajar las tasas a casi cero para aumentar la oferta de capitales y estimular la economía, pero con un repunte en el horizonte ha anunciado sus planes de subirla paulatinamente durante este año hasta dejarla por encima del 1%. Los efectos de esa decisión se sentirán sobre todo en las naciones emergentes.

Petróleo

El valor del precio del pe­tró­leo es un indicador cla­ve en la economía. Si bien los pre­cios bajos estimulan la pro­ducción de bienes materiales, una re­ducción drástica es una catástrofe para los países productores y un descalabro mayor po­dría afectar la eco­nomía en su conjunto.

Precio actual: 35 dólares el barril

(Tomado del periódico Granma)



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