Miami: ¿Armados hasta los dientes?

Editado por Martha Ríos
2016-02-15 21:10:19

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp
Feria de Armas de Miami, Florida Foto: EFE

Por Nicanor León Cotayo

Un cable de la agencia estatal española EFE describió la realización allí de una llamada “Florida Gun Shows de Miami”.

Bajo la firma de Emilio J. López comienza escribiendo que niños nerviosos de la mano de sus padres hacen cola para entrar en esa feria.

Agrega que sería una estampa común, feliz, si no se tratara de una exhibición de armamento.

Este fin de semana han acudido en masa al lugar aficionados y curiosos de todas las edades.

Aclara que los menores de doce años no pagan y se mezclan en este “rebosante mercadillo de armas”.

La crónica de López añade que tipos de aspecto rústico o fornido, más bien de clase media, padres y madres que pasean con sus niños, algunos en carrito de bebé, “sopesan con ojo experto pistolas y rifles”.

El espectáculo tiene lugar en unas 600 mesas instaladas en el recinto ferial del Miami-Dade County Fair & Exposition.

Allí, dice el cronista, pregonan en voz alta la mercancía, desde rifles de asalto para francotiradores hasta pistolas de todos los tipos, visores con láser y ballestas (arcos).

Medios de prensa recuerdan que en la Florida se compra un arma de fuego con solo presentar la licencia de conducir y hacer un curso de dos horas.

EFE entrevistó a un joven cubano, Brett Baute, quien acompañado en la feria por su hijo menor, demostró haber sido asimilado por la cultura estadounidense al declarar:

“Es un evento para toda la familia. Aquí solo hay gente decente. Los delincuentes compran las pistolas en la calle, o las roban”.

La agencia española comentó que Baute prosigue la tradición de venir a este tipo de ferias como lo hacía de la mano de su padre  cuando era niño.

En esta muestra, -añadió el cubano de Miami-, hay de todo y para todos los gustos, desde un rifle militar avanzado hasta una pistola eléctrica Taser o un llavero con diseño de granada de mano.

Aprovechando la festividad este domingo de San Valentín, un vendedor colgó el siguiente cartel:

“Tu mujer llamó y dijo que podías comprar lo que quisieras. ¡No importa el precio!”.

La crónica de Emilio J. López agregó: buena ocasión para comprar a su pareja una prenda de lencería con funda para pistola o un pequeño cuchillo filipino de doble filo letal.

He ahí una de las hondas diferencias que hay entre Cuba y Estados Unidos, ferias como esa carecen de todo espacio en la primera.

(Tomado de Cubasí)

 



Comentários


Deixe um comentário
Todos os campos são requeridos
Não será publicado
captcha challenge
up