El legado de Kofi Annan

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2018-08-20 07:30:13

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Foto: Arnaldo Santos/Granma

Por: Bertha Mojena Milián

La Habana, 20 ago (RHC) La noticia estremeció a muchos, y en Cuba, como en gran parte del mundo, se le mencionó y homenajeó de diversas formas este fin de semana. Kofi Annan murió a los 80 años de edad, dejando un legado, una vida entregada a las buenas causas de la humanidad, pero sobre todo, a la defensa de la igualdad, el entendimiento y la paz entre los hombres y mujeres de este mundo.

El presidente cubano, Miguel Díaz Canel Bermúdez, lamentó su muerte, considerándolo un “destacado hijo de África y activo promotor del multilateralismo”.

Al Premio Nobel de la Paz lo unieron a Cuba no solo causas, preocupaciones e ideas comunes, sino fuertes lazos de confraternización y respeto hacia los máximos dirigentes del país y al propio pueblo cubano.

Con el líder histórico de la Revolución Cubana se reunió y dialogó en varias ocasiones durante las visitas de este a la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y en septiembre del 2006, a propósito de la realización en La Habana de la XIV Conferencia Cumbre de Países No Alineados, Annan visitó a Fidel donde sostuvieron un fraternal encuentro en el que dialogaron sobre la importancia de este evento y temas de interés mundial como la situación del Oriente Medio y del continente africano.

Entonces el jefe de Estado cubano le obsequió un ejemplar autografiado de la segunda edición de Cien Horas con Fidel y un folleto con la versión en inglés del capítulo 24 de ese libro. En una de las dedicatorias, Fidel le expresó: “A Kofi Annan, nuestro infinito reconocimiento”.

En febrero del 2015, Kofi Annan vuelve a Cuba para participar en la firma de los Acuerdos de Paz de Colombia y es recibido por el General de Ejército Raúl Castro. Fue un emotivo encuentro en el que el representante de la ONU expresó su reconocimiento y agradeció al gobierno y al pueblo de la Isla, por su papel como garantes de los diálogos desarrollados durante meses en La Habana.

A Cuba y a su Revolución lo unieron también el interés común por temas como la igualdad de la mujer y su papel relevante en la sociedad, el protagonismo de los jóvenes, el desarrollo y la importancia de la educación y la cultura, la búsqueda de soluciones para enfermedades curables y otras como el VIH/sida, y las constantes alertas sobre el cuidado del medio ambiente como garantías de futuro en esta gran casa de todos que es la Tierra.

Annan fue el séptimo Secretario General de las Naciones Unidas. Inició su primer mandato el primero de enero de 1997, extendiéndose por recomendación del Consejo de Seguridad, para un segundo, desde el primero de enero del 2002 hasta el 31 de diciembre del 2006.

“Acercar las Naciones Unidas a la gente” fue el centro de sus prioridades, mediante la renovación de la organización a partir de un amplio programa de reforma y el reforzamiento de su labor tradicional en las esferas del desarrollo y el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales; el fomento y la promoción de los derechos humanos, el derecho y los valores universales de igualdad, tolerancia y dignidad humana consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y la restauración de la confianza del público en la Organización buscando nuevos asociados.

Dirigió importantes misiones humanitarias, negociaciones de paz, intercambios y presentó proyectos de acuerdos para resolución de conflictos en regiones como Irak, Boznia y Herzegovina, Libia, Palestina y el propio continente africano, entre otros.

El 10 de diciembre del 2001, le fue entregado a él y a la ONU, el Premio Nobel de la Paz.

Dedicó varios libros a explicar la labor de esta organización, algunos de ellos de manera especial para los niños. (Fuente: Granma)



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