Amago conciliador

Editado por María Candela
2023-06-22 08:44:59

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En medio de crecientes tensiones con China, el secretario de Estado, Antony Blinken, viajó a Pekín en su primera visita en 5 años.

Por: Alfredo García Almeida*                            

El presidente, Joe Biden, no es un guerrero. Es un negociador. Su elección en el Senado en 1972 hasta su renuncia en 2008 (36 años consecutivos), tras ganar la vicepresidencia junto con Barack Obama, así lo atestigua. Como guerrero, tiene asegurado el fracaso. Como negociador, una oportunidad para el éxito.

En medio de crecientes tensiones con China, el secretario de Estado, Antony Blinken, viajó a Pekín en su primera visita en 5 años y se entrevistó durante siete horas con el ministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang y media hora con el presidente, Xi Jinping. Según el Departamento de Estado, Blinken enfatizó, “la necesidad de reducir el riesgo de percepción errónea y errores de cálculo en sus conversaciones”.

Trascendió que durante la reunión con Xi, Blinken afirmó que el presidente Biden considera que Estados Unidos y China, tienen la obligación de gestionar sus relaciones de manera responsable. “Esto es en interés de los EEUU, China y el mundo. EEUU mantiene los compromisos asumidos por Biden, a saber, que EEUU no busca una nueva guerra fría o cambiar el sistema de China, sus alianzas no están dirigidas a China, no apoya la independencia de Taiwán y no busca conflicto con China”, tras agregar que la parte estadounidense, “espera tener compromisos de alto nivel con la parte china, mantener abiertas las líneas de comunicación, manejar las diferencias de manera responsable y buscar el diálogo, los intercambios y la cooperación”.

Según la página web oficialista, Global Times, el presidente Xi, “enfatizó que el mundo necesita una relación, China-Estados Unidos, generalmente estable y si los dos países pueden encontrar la manera correcta de llevarse bien, influye en el futuro y el destino de la humanidad. La vasta extensión de la Tierra es lo suficientemente grande, como para acomodar el desarrollo respectivo y la prosperidad común de China y EEUU”, sentenció  Xi.

El pasado 17 de mayo, la revista británica, The Economist, publicó una entrevista con el exconsejero de Seguridad Nacional de EEUU, Henry Kissinger, en la celebración de su 100 cumpleaños, donde manifestó su opinión sobre cómo manejar la relación de EEUU con China: “Comenzaría bajando la temperatura y luego gradualmente construiría confianza y una relación de trabajo. En lugar de enumerar todas sus quejas, el presidente estadounidense le diría a su homólogo chino: Señor presidente, los dos mayores peligros para la paz en este momento somos nosotros dos. En el sentido de que tenemos la capacidad de destruir a la humanidad. China y Estados Unidos, sin anunciar nada formalmente, intentarían practicar la moderación”, fue el consejo del siniestro personaje.  

La histórica visión bipartidista del “Destino Manifiesto”, agravada por el entonces presidente, Donald Trump y continuada por Biden, no cambiará mediante el diálogo, pero puede ser matizada por una percepción correcta de la geopolítica china, que supere la barrera de la antagónica visión del mundo entre las dos potencias, evitando la formulación de políticas erróneas contra China. Es probable que la misión oculta de Blinken en su viaje, sea el inicio de un camino que conduzca a una cumbre, Biden-Jinping.

* periodista, analista internacional colaborador desde Mérida, Yucatán.

 



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