Violencia se le va de las manos a ultraderecha opositora venezolana

Editado por María Candela
2017-07-27 21:27:02

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Caracas, 27 jul (RHC-PL) Un reciente artículo publicado por el diario Chicago Tribune confirmó las acusaciones del gobierno venezolano y desmintió los argumentos manejados por la ultraderecha, acerca del supuesto carácter pacífico de las protestas que sacuden violentamente a esta nación suramericana.

Bajo el título They all deserve to die: Caracas militants vow to take up arms (Todos merecen morir: militantes de Caracas juran tomar las armas), el Chicago Tribune, por primera vez, presenta la cara violenta de la oposición en Venezuela, después de meses de una feroz campaña mediática diseñada por los grandes círculos del poder informativo.

De hecho, el periódico estadounidense reproduce voces de líderes de la ultraderecha opositora, que reconocen que esa violencia desmedida se le ha ido de las manos, aceptando de plano que la emplearon como un método de presión para echar a andar su maquinaria golpista, que dejó hasta ahora casi un centenar de víctimas fatales.

Ramón Muchacho, alcalde del municipio Chacao, centro neurálgico de las protestas antigubernamentales, y uno de los principales instigadores de estos grupos vandálicos, opinó al Chicago Tribune que la acción fascista de estas bandas agresivas 'ya ha ido demasiado lejos', generando 'un elemento de anarquía'.

También expresó su 'alarma' el diputado Ángel Alvarado, del partido Primero Justicia, otro de los ejes golpistas en Venezuela, quien afirmó que 'no sabemos exactamente cómo controlarlos y tenemos miedo de que se puedan salir de las manos y dañar nuestra lucha'.

'Estos muchachos radicales -refiriéndose a los miembros de los grupos violentos- son un peligro', comentó Alvarado al diario estadounidense.

La periodista Noris Soto, corresponsal de Bloomberg, que firma la nota publicada en el Chicago Tribune, describió a estos grupos fascistas que tranquilamente 'en un sótano húmedo del noroeste de Caracas, docenas de jóvenes se sientan en el suelo y ensamblan sus armas. Vierten asfalto, gasolina y pintura en botellas de cerveza, y atan nudos en tiras de tela para hacer mechas', dispuestos a matar.

'Todos merecen morir', respondieron escuetamente a la reportera, refiriéndose a los chavistas (seguidores del gobierno bolivariano) y a los cuerpos de seguridad que intentan proteger a la población civil de estos desmanes.

'Los activistas enmascarados -agrega el artículo- lanzan sus bombas caseras, rocas, jarras llenas de heces fecales, cualquier cosa que puedan conseguir. Han asaltado edificios de oficinas, destruido las ventanas de las tiendas y bloqueado los caminos'.

El periódico norteamericano también cita a un comerciante, Fernando Fernández, dueño de una tienda de licores en Caracas, afectado por estos grupos violentos.

'Son iguales a los saqueadores que usan máscaras cuando saquean tiendas. Son delincuentes explotando el caos en la calle, dijo Fernández, quien agregó que una docena de ellos rompieron la vidriera de su negocio y se llevaron el licor.

'Esta es la primera vez que ocurre algo como esto', afirmó. 'Ellos no eran la resistencia, eran matones'.

La versión que acaba de publicar el Chicago Tribune, que presenta la verdadera cara de esta violencia generada por la coalición derechista Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en su afán por derrocar al gobierno constitucional que preside Nicolás Maduro, puso en evidencia los argumentos esgrimidos hasta hoy por una prensa parcializada con los intereses hegemónicos que se desbordan contra Venezuela.

Todo indica, más de cien días después de intentar desestabilizar a una nación, que esa violencia, puede convertirse en un boomerang contra los mismos que la engendraron.



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