Naciones Unidas, 22 abr (RHC) La presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, afirmó que el 15 por ciento de las personas más pobres del mundo son aborígenes y eso exige una acción internacional más fuerte.
En la apertura del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas, recalcó María Fernanda Espinosa que es fundamental asegurar la participación de esas comunidades en los planes de desarrollo sostenible.
Enfatizó la alta representante en la situación de las mujeres autóctonas que enfrentan múltiples formas discriminatorias y violencia.
La presidenta de la Asamblea General de la ONU llamó a apoyar las estrategias y programas que favorezcan a las mujeres de esas comunidades originarias y a su empoderamiento en los espacios políticos y otros.
El Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas sesiona en Ginebra centrado en la generación, transmisión y protección de los conocimientos tradicionales de las comunidades originarias.
Más de 1000 representantes indígenas de todo el mundo asisten al evento, que se extiende hasta el 3 de mayo, informó el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric.
Después de la apertura oficial de la cita este lunes, está prevista una conferencia de prensa, a la cual asistirá quien sea escogido para la presidencia del foro en este próximo período, señaló el vocero.
Además, participarán la secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica, Cristiana Pasca-Palmer; y la profesora asociada de la Oficina de Participación Indígena en la Universidad de Cairns, en Australia, Henrietta Marrie.
El martes 25 de abril, la presidenta de la Asamblea General de la ONU, María Fernanda Espinosa, estará al frente de una audiencia interactiva sobre la necesidad de mayor participación de los pueblos indígenas en Naciones Unidas.
Según lo planteado en el foro del año anterior, las comunidades originarias de todo el mundo están más expuestas a las violaciones de los derechos humanos, y cada vez son más preocupantes los crecientes desplazamientos forzados de sus tierras ancestrales.
En tanto, la cultura y las tradiciones de esos pueblos continúan en peligro ante la rápida desaparición de sus idiomas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), más de la mitad de las lenguas del orbe podrían extinguirse antes del año 2100 y particularmente amenazadas resultan las indígenas.
Para llamar la atención sobre ese problema, este 2019 se observa el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
Los indígenas son más de 700 millones distribuidos en alrededor de 90 países, lo cual equivale al seis por ciento de la población mundial, indican datos de Naciones Unidas.