Moscú, 21 feb (RHC) El presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó seria preocupación por las acciones agresivas de grupos terroristas en la provincia siria de Idleb, durante una conversación telefónica con su similar turco, Recep Tayyip Erdogan.
En el diálogo, Putin y Erdogan enfatizaron en la necesidad del respeto incondicional a la soberanía y la integridad territorial de Siria.
Los primeros mandatarios de Rusia y Turquía acordaron intensificar las consultas bilaterales entre entidades de ambas naciones sobre la situación en Idleb, con el objetivo de reducir la tensión, garantizar un alto el fuego y neutralizar la amenaza terrorista.
Además, se confirmó que los contactos entre los departamentos militares continuarán en modo intensivo, después de que tropas turcas apoyaron a grupos armados extremistas en sus ataques contra las fuerzas regulares sirias en la citada provincia.
El secretario general de la ONU, António Guterres, insistió en que Siria necesita una solución política, mientras que en ese país el Gobierno de Damasco enfrenta la cruenta ofensiva turca y de grupos terroristas.
El máximo representante de Naciones Unidas se dirigió a la prensa en la sede del organismo, en Nueva York, para informar que había pedido a los principales actores del conflicto evitar una escalada incontrolable.
La ONU aboga por un alto el fuego en Idleb, y la representación siria ante Naciones Unidas destaca la improbabilidad de llegar a ese acuerdo con organizaciones terroristas que emplean a los civiles como escudos y los atacan.
Guterres mostró su preocupación por el alto número de víctimas mortales en Idleb y mencionó los repetidos enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno turco y sirio.
También habló de lo que llamó una “serie de ofensivas terrestres del Gobierno sirio apoyadas por ataques aéreos rusos”, y no hizo ninguna referencia al accionar de agrupaciones terroristas de la cual ya alertó anteriormente su enviado especial para Siria, Geir Pedersen.
En una reciente intervención en el Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador sirio, Bashar al Jaafari, denunció que Occidente distorsiona lo que verdaderamente ocurre en su país y lanza calumnias contra Damasco.
Del mismo modo, rechazó las operaciones militares de Ankara y la ocupación de fuerzas de Washington en algunas áreas de Siria, y cómo ambos permiten el paso de los terroristas.