Presidente Jair Bolsonaro
Brasilia, 26 ene (RHC) Líderes evangélicos y católicos en Brasil presentaron ante la Cámara de Diputados un pedido de destitución del presidente Jair Bolsonaro por su gestión irresponsable y negligente ante la pandemia de Covid-19.
La solicitud de impeachment (juicio político) está firmada por guías cristianos de varias denominaciones. La lista incluye sacerdotes católicos, anglicanos, luteranos, metodistas y también pastores.
Aunque sin el apoyo formal de las iglesias, el grupo cuenta con el respaldo de organizaciones como el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Brasil, la Comisión Brasileña de Justicia y Paz de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil y la Alianza de Bautistas de Brasil.
Por su parte el Tribunal Supremo Federal (TSF) de Brasil autorizó una investigación contra el ministro de Salud, Eduardo Pazuello, a quien se responsabiliza de fallos en la respuesta a la crisis de coronavirus desatada en el estado de Amazonas, sobre todo en su capital, Manaos.
Manaos está sumida en un caos sanitario, con una importante falta de oxígeno para tratar a los enfermos de covid durante las dos últimas semanas, mientras sus hospitales se encuentran absolutamente colapsados.
Antes de enviar el caso al Tribunal Supremo, Aras realizó averiguaciones previas y pidió aclaraciones al ministro de Salud. Pazuello le remitió un informe de casi 200 páginas que no satisfizo al fiscal, que consideró necesario abrir una investigación para aclarar los hechos acaecidos.
En el documento, remitido al Supremo, Pazuello explica que el Ministerio de Salud tuvo constancia de la inminente falta de oxígeno el día 8. Sin embargo, el Ministerio no organizó un nuevo envío hasta el 12 de enero, cuatro días después.
Asimismo, en el documento el ministro de Salud afirma que desde el día 6 constan recomendaciones a los gestores de "considerar la posibilidad de que se lleve a cabo la evacuación de los pacientes, con el apoyo de los hospitales universitarios federales bajo la administración de EBSERH [Empresa Brasileña de Servicios Hospitalarios] y hospitales federales de Río de Janeiro". Sin embargo, los refuerzos para llevar a cabo estas recomendaciones no se produjeron hasta 10 días después.
Aunque se informó de que los Estados limítrofes ofertaban hasta 345 camas para acoger a pacientes provenientes de Manaos, los primeros traslados no tuvieron lugar hasta el día 15, mientras que el 16 solo se habían trasladado 32 pacientes, el 10 % de la capacidad disponible, según ha constatado el fiscal general.
Además, Aras también propone investigar responsabilidades por el empleo de 120.000 unidades de hidroxicloroquina "sin indicar qué documentos técnicos sirvieron de base" para su uso, haciéndose eco de la falta de evidencia y consenso científico sobre la efectividad de este fármaco para el tratamiento de pacientes infectados con SARS-CoV-2.
"Considerando que la eventual oportunidad en las acciones de los representados, quienes tenían un deber legal y la posibilidad de actuar para mitigar los resultados, puede caracterizar una omisión susceptible de responsabilidad civil, administrativa y / o penal, se requieren más investigaciones a fin de obtener elementos informativos robustos para desencadenar una posible acción legal", fue la conclusión del fiscal general.
Pazuello es el tercer ministro de Salud desde que el presidente Jair Bolsonaro llegó al poder. Sus predecesores, Luiz Henrique Mandetta y Nelson Teich, dejaron el cargo luego de disputas con el jefe de Estado relacionadas con la pandemia y los esfuerzos del Gobierno para detenerla.
Brasil ha registrado más de 8,8 millones de infecciones por coronavirus y más de 217 000 muertes desde que la epidemia llegó al país. El estado de Amazonas ha sido uno de los más afectados, tanto durante la primera ola de la pandemia como durante esta segunda, con más de 250 000 casos y 7 000 muertes reportadas. De hecho, durante la primera oleada se llegó a especular con que Manaos podía haber llegado a la inmunidad de rebaño, debido al elevado número de contagios que se produjo.
El pasado fin de semana del 23 y 24 de enero, miles de locales y turistas llenaron las famosas playas de la ciudad de Río de Janeiro para aprovechar el ensolarado verano carioca.
Fuente: Sputnik, Prensa Latina y Telesur