Cancelan sello conmemorativo por 60 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Cuba (+Fotos)

Editado por Maite González Martínez
2020-10-14 14:43:01

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Canciller cubano Bruno Rodríguez. Foto / Minrex.

La Habana, 14 oct (Minrex) La cancelación de un sello conmemorativo por el 60 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República de Cuba tuvo lugar este miércoles en la sede de la Cancillería cubana, en presencia del miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla y del embajador de la República Popular China, compañero Chen Xi.

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Durante el acto, la viceministra del Minrex, Anayansi Rodríguez Camejo, resaltó que Cuba se honra de ser el primer país latinoamericano que estableció relaciones diplomáticas con la Nueva China y haber contribuido modestamente al avance de sus relaciones con nuestra región. Destacó también que, en estas seis décadas, las relaciones entre China y Cuba se han caracterizado por el alto nivel del diálogo, la confianza política, la concertación y el apoyo mutuo en los foros internacionales y el intercambio sobre las experiencias respectivas en la construcción del socialismo.

Por su parte, el embajador Chen Xi, rememoró significativos hitos en las históricas relaciones entre ambos países y ratificó la voluntad del Partido, gobierno y pueblo chinos de continuar promoviendo los intercambios y profundizando la cooperación bilateral.

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En el acto estuvieron presentes, además, directivos del Ministerio de Comunicaciones y del Grupo Empresarial Correos de Cuba y funcionarios del Minrex.

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INTERVENCIÓN DE LA VICEMINISTRA ANAYANSI RODRÍGUEZ CAMEJO EN LA CEREMONIA DE CANCELACIÓN DEL SELLO CONMEMORATIVO, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO 60 DEL ESTABLECIMIENTO DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS ENTRE LA REPÚBLICA POPULAR CHINA Y LA REPÚBLICA DE CUBA.

Compañero Bruno Rodríguez Parrilla, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y ministro de Relaciones Exteriores;

Compañero Chen Xi, Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Popular China;

Estimados invitados y distinguidos representantes del Cuerpo Diplomático:

El 28 de septiembre de 1960 China y Cuba oficializaron el establecimiento de relaciones diplomáticas.   Para nuestro país, aquel importante paso no fue un acto formal.

Por aquellos días del segundo año de nuestra joven Revolución, durante la Primera Declaración de La Habana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz anunció la decisión soberana de cesar los vínculos con Taiwán y establecerlos con el gobierno de la República Popular China, como único y legítimo representante de su pueblo, y luego defendió en Nueva York el derecho de ese país y de su gobierno a estar representados en las Naciones Unidas.

Cuba se honra de haber sido el primer país latinoamericano que dio ese trascendental paso, que constituyó no sólo una manifestación de la independencia de nuestra política exterior, sino, sobre todo, un acto de justicia histórica.

Junto a otras naciones del Sur, Cuba abogó por que se restituyeran los derechos legítimos de China en la ONU, lo que se materializó en 1971. Ese acontecimiento marcó el sistema de relaciones internacionales de la época y trasciende hasta el actual contexto internacional, en el que la presencia de China contribuye al multilateralismo, al equilibrio y a la estabilidad globales.

La relación entre los pueblos chino y cubano no se reduce a los últimos 60 años de vínculos oficiales, sino que se forjó a lo largo de más de un siglo y medio de historia, desde el arribo a esta tierra de los primeros migrantes chinos en 1847.  Ese tiempo ha sido testigo del invaluable aporte realizado por los hijos de esa gran nación a nuestra nacionalidad, a la que incorporaron sus milenarios conocimientos, su constancia y tesón en el trabajo, su rica cultura y su legendaria valentía como combatientes en nuestras guerras de independencia.

Muchos descendientes de chinos se incorporaron a las luchas de nuestra clase obrera por sus reivindicaciones, frente a los gobiernos corruptos de la seudo-República y ofrendaron sus vidas por alcanzar un futuro mejor para esta que era ya también su Patria.

En épocas más recientes, la amistad y el apoyo incondicional del pueblo y gobierno chinos se manifestaron desde los primeros días de la triunfante Revolución cubana. Cuando Estados Unidos nos impuso la guerra económica, el mercado chino devino en opción viable y segura para los productos cubanos. China recibió a la primera delegación económica oficial del Gobierno Revolucionario, encabezada por el comandante Ernesto Che Guevara.  Y en los años difíciles del período especial, la República Popular China nos tendió su mano amiga.

Desde el triunfo de las revoluciones encabezadas por Mao Zedong y el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, los máximos dirigentes de ambas naciones han concedido gran significación a estos especiales vínculos. Casi la totalidad de los principales dirigentes chinos han visitado nuestro país, incluidos los secretarios generales del Comité Central del Partido Comunista de China, Jiang Zemin, Hu Jintao y Xi Jinping, quienes fueron condecorados con la Orden “José Martí” en reconocimiento a sus destacados aportes a la causa del socialismo en China y a la promoción de los lazos de amistad entre ambos países.

De igual manera, el Comandante en Jefe Fidel Castro, el General de Ejército Raúl Castro y el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, visitaron a la hermana República Popular China, como expresión de la alta prioridad que le concedemos a nuestras relaciones de amistad y cooperación y a la voluntad de continuar fortaleciéndolas.

La decisión de conferirle al General de Ejército Raúl Castro Ruz la alta condecoración de la Medalla de la Amistad el pasado año, coincidiendo con el aniversario 70 de la fundación de la República Popular China, fue un apreciado reconocimiento al papel de la dirigencia histórica de la Revolución Cubana en la promoción de los vínculos bilaterales.

Hoy nos satisface resaltar las coincidencias entre Cuba y China, hermanados en la lucha por el socialismo, en la defensa del multilateralismo, los principios del Derecho Internacional y el papel de las Naciones Unidas. Ambos países hemos sido consecuentes en el rechazo a los bloqueos y medidas coercitivas unilaterales, la estigmatización y las acusaciones infundadas contra Estados soberanos.

La República Popular China ha apoyado invariablemente, junto a la inmensa mayoría de la comunidad internacional, nuestra lucha por el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos.  A su vez, Cuba ha mantenido su respaldo inequívoco al principio de “una sola China” y de rechazo a la injerencia en sus asuntos internos en Taiwán, el Tíbet, Xinjiang y Hong Kong.

Esta posición fue nuevamente expresada por nuestro presidente en el debate general del 75 Periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el pasado 22 de septiembre, cuando reafirmó nuestra más firme condena a los intentos de lesionar la integridad territorial y la soberanía de la República Popular China.

En el plano económico-comercial y de colaboración, nuestros Estados consolidan sus nexos en todas las esferas, especialmente en la salud, la biotecnología, las fuentes renovables de energía, el turismo, las telecomunicaciones, la informatización y la formación de recursos humanos.

Nos enorgullece también haber brindado nuestro aporte a la formación, durante estos años, de más de 3 mil estudiantes chinos en diferentes especialidades, y con ello, haber contribuido modestamente al fortalecimiento de los nexos de China con nuestra región, que se expresan hoy con amplitud en las relaciones entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, incluida la cooperación en el marco del Foro China-CELAC.  

Y en estos días en que nos enfrentamos al complejo escenario creado por la pandemia de la COVID-19, nuestros países han dado un ejemplo al mundo de lo que se puede lograr si se trabaja con un verdadero espíritu de cooperación y solidaridad.

Durante estas seis décadas, podemos afirmar que Cuba y China han construido una relación ejemplar, basada en la igualdad y el respeto mutuo, el alto nivel de diálogo, la confianza política, la coincidencia de propósitos, la concertación y el apoyo recíproco en los foros internacionales, la simpatía entre ambos pueblos y el intercambio entre nuestros Partidos sobre las mejores experiencias en la construcción del Socialismo.

Sirva, pues, la cancelación de este sello conmemorativo como una expresión más de la entrañable amistad que nos une a la República Popular China, del alto aprecio que sentimos por su laborioso y heroico pueblo y de nuestro compromiso por continuar impulsando las relaciones bilaterales, teniendo como premisa e inspiración el valioso legado de estos 60 años.

¡Viva la inquebrantable amistad entre China y Cuba!



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