La Habana, 10 oct (RHC) Gracias a las nuevas imágenes del telescopio espacial Hubble de la NASA los científicos entendieron por qué las zonas periféricas de los brazos espirales de la Galaxia NGC 278, en la que en el momento actual se están formando estrellas de forma muy activa, permanecen muertas.
La Galaxia NGC 278 es un gran cúmulo globular de estrellas en las afueras de la Vía Láctea que se encuentra en la constelación de Casiopea, a 40 millones de años luz de la Tierra, y fue descubierta en 1786 por el astrónomo británico William Herschel.
Vemos esta galaxia desde arriba, y por eso podemos ver sus brazos espirales y su núcleo.
El color azul de la parte interior de estos brazos nos lleva a concluir que dentro de NGC 278 se forman estrellas de forma muy rápida, sostienen desde la NASA. Pero las nuevas estrellas aparecen solo en la parte interior de los brazos, que está a menos de 10.000 años luz del centro. En las partes periféricas, que quedan oscuras, no se observa la aparición de nuevas estrellas. Las razones de este proceso eran desconocidas hasta ahora.
Con las fotografías nuevas de la galaxia NGC 278, obtenidas por la cámara WFPC2, los astrónomos descubrieron el secreto de Casiopea. Estas imágenes evidencian que NGC 278 chocó con una galaxia pequeña, que tenía grandes reservas de gas neutro.
El choque hizo que la parte central de NGC 278 se encendiera. Al mismo tiempo, el polvo de la galaxia muerta fue a parar a las zonas periféricas de los brazos de NGC 278. Por eso quedaron más oscuros que antes. De esta forma se explica el misterio de la galaxia.