Un enorme glaciar en el suelo de Marte, el llamado Planeta Rojo, fue hallado gracias a los instrumentos de la sonda estadounidense Mars.
Se trata de un glaciar subterráneo de entre 80 y 170 metros de ancho, constituido por un 85 por ciento de agua y un 15 por ciento de polvo y rocas cósmicas.
Sus depósitos acuáticos pueden equipararse con los del Grand Lake, en Colorado, considerado como uno de los lagos más grandes de Norteamérica y de toda la Tierra.
Esa agua consiguió sobrevivir en el suelo marciano y no evaporarse, gracias a que yace bajo una espesa capa de polvo y tierra de 10 metros de ancho que lo protege de la atmósfera del Planeta Rojo.
Los científicos estadounidenses sugieren que ese glaciar podría haberse formado en el pasado, cuando el eje de Marte estaba inclinado hacia otro lado y la llanura donde ahora fue descubierto se encontraba más cerca de los polos del planeta.
El nuevo glaciar puede ayudar a los astrónomos a explicar más enigmas sobre el pasado del clima de Marte, además de facilitar su futura colonización.