Londres, 3 dic (RHC) Biólogos británicos desbloquearon el secreto genético de 51,7 millones de años de antigüedad, planteado hace siglo y medio en la teoría de Darwin, informa hoy la Universidad de East Anglia.
Darwin planteó la hipótesis de que algunas especies de plantas con dos formas distintas de flor, donde los órganos reproductores masculinos y femeninos eran de longitudes diferentes, habían evolucionado de esa manera para promover el cruce de los polinizadores de insectos.
Su penetración revolucionaria en el significado de las dos formas de flor conocidas como "clavijas" y "tríos" acuñó el término heterostilia -una forma única de polimorfismo morfológico en las flores de ciertas especies que, como mecanismo, impide la autofecundación de cada flor-, y los estudios subsecuentes contribuyeron a la fundación de la teoría genética moderna.
Ahora, los científicos de East Anglia identificaron exactamente en la flor Primula qué parte del código genético de esas especies los hizo de esa manera, a través de un evento que ocurrió hace más de 51 millones de años: el locus S.
Los investigadores trabajaron con el Instituto Earlham para mapear los genes de la planta y secuenciar el genoma Primula para encontrar el grupo genético específico responsable de la creación de los diferentes morfos de las flores.
Habiendo encontrado el locus S, los científicos se dieron cuenta de que el gen era un pariente cercano a otro, identificado hace seis años como responsable de controlar la identidad de los pétalos en una flor Primula.