El cáncer abarca a más de 200 enfermedades en las cuales las células crecen y se multiplican fuera de control. Esas células anormales pueden aparecer en cualquier parte del organismo, luego invaden y destruyen otros tejidos y provocan metástasis.
Esta enfermedad puede ser tratada con quimioterapias y métodos alternativos. La inmunoterapia es uno de los más actuales y su hallazgo científico ocurrió en 2013.
De los estudios presentados en el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), solo el uno por ciento se basaba en esta técnica hace tres ediciones. Ahora, la cifra subió al 10 por ciento.
La inmunoterapia
La inmunoterapia busca ayudar a las propias defensas del cuerpo a localizar y erradicar el cáncer, es decir, lo neutraliza para que el organismo elimine los tumores.
Uno de los grandes retos es determinar por qué en los mismos tumores la inmunoterapia solo funciona en pocas personas.
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La inmunoterapia aplica la extracción de glóbulos blancos del paciente, ya sea del propio tumor o de fuera de él, selecciona los que tienen mayor actividad antitumoral para cultivarlos y activarlos, y, finalmente, implantarlos otra vez en el enfermo.
Otra práctica de la inmunoterapia contra el cáncer son las vacunas terapéuticas, las cuales se aplican cuando el paciente ya tiene la enfermedad o, incluso, cuando la ha superado. El objetivo es avisar al sistema inmunitario que el cáncer está ahí.
Esta práctica se realiza a través de la extracción de células cancerosas, luego se manipulan para que las defensas puedan dar una respuesta correcta al tumor. La primera vacuna de este tipo se aprobó en Estados Unidos en 2010 y se usa para algunos tipos de cáncer de próstata que se han diseminado.
Las vacunas pueden detener la proliferación de células cancerosas, reducir el tumor, eliminar las que no han conseguido ser erradicadas con otros tratamientos o evitar que reaparezcan.
¿La inmunoterapia cura definitivamente el cáncer o solo lo trata?
Como estos fármacos son relativamente nuevos aún se estudia a los pacientes beneficiados para comprobar si los tumores reaparecen.
“Esperamos que estos tratamientos eviten que nuestros hijos y nuestros nietos mueran de cáncer. En el futuro será una enfermedad crónica, y no mortal, como ya sucedió con el VIH”, manifestó Laurie H. Glimcher, presidenta del Instituto de Cáncer Dana-Farber de Boston.
Tratamientos tradicionales
La aplicación de métodos tradicionales para la cura del cáncer son válidos y siguen aplicándose, entre ellos la cirugía, que ayuda a determinar la etapa en la que se encuentra el tumor.
De igual forma se aplica la quimioterapia, la cual consiste en la prescripción de medicamentos que varían según cada tipo de cáncer.
La radioterapia utiliza partículas u ondas de alta energía, tales como los rayos X, rayos gamma, rayos de electrones o de protones para eliminar o dañar las células cancerosas.
Los trasplantes de células madre, incluyendo los trasplantes de sangre periférica, médula ósea y sangre del cordón umbilical, se utilizan para tratar el cáncer.
Estos casi siempre se aplican para los cánceres que afectan la sangre o el sistema inmunitario, tales como leucemia, linfoma o mieloma múltiple.
Tomado de TeleSur.