La Habana, 11 de may (RHC). Un equipo de científicos halló la evidencia más antigua de vida terrestre, de al menos 3.480 millones de años de antigüedad, en depósitos de aguas termales en la remota zona de Pilbara, en el noroeste de Australia.
La principal prueba del estudio, publicado en la revista Nature Communication, se trata de estromatolitos, unos microorganismos que forman una especie de estructura de capas rocosa, que se conocían desde finales de 1970, pero se pensaba que formaban parte de un ambiente marino con bajo nivel de aguas, hasta que estudios posteriores los asociaron a las superficies volcánicas.
Hasta ahora la prueba más antigua había sido encontrada en depósitos sudafricanos ricos en materia orgánica de entre 2.700 a 2.900 millones de años.
La antigüedad de esta prueba es superada por la de restos de actividad microbiana detectados en antiguas fumarolas hidrotermales en el este de Canadá, formadas hace unos 3.770 millones de años, y unas estructuras geológicas en mares poco profundos de Groenlandia ocasionadas por colonias de microbios (estromatolitos) hace unos 3.700 millones de años.
"Hemos ampliado el récord de la vida en la parte terrestre del globo en unos 600 millones de años", dijo la representante del grupo de expertos que realizó la investigación, Tara Djokic, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) de Australia.
Para Djokic, la investigación puede tener implicaciones en el debate sobre el origen de la vida y situar a los manantiales de aguas termales como alternativa a la hipótesis de que la vida se desarrolló en los océanos y después se adaptó en tierra firme.
"El principal punto es que se creía que la vida se originó en los océanos y se trasladó a la parte terrestre mucho después, pero vemos que la vida en esta parte de la tierra comenzó muy temprano de acuerdo a los registros geológicos", precisó.