La Habana, 13 mar (RHC) El krill, crustáceo predilecto en la alimentación de ballenas, pingüinos y otros animales de la Antártida, está sometido a amenazas por la industria pesquera, informó Greenpeace de Chile.
En un nuevo informe de la organización ecologistas, se señalan los riesgos ambientales de la industria pesquera sobre la región de Magallanes y la Antártica Chilena.
La alerta en particular se enfoca en la pesca intensiva del krill, que se acerca más a las costas y pone en peligro a todas las especies de la zona.
'La explotación pesquera le arrebata a las especies de la Antártica, como pingüinos y ballenas, su principal fuente de alimento y pone en riesgo a la biodiversidad del lugar', apuntó Estefanía González, Coordinadora de Campaña Océanos de Greenpeace.
En el caso de Chile, la captura del krill se duplicó en los últimos años, aumentando de 4.501 toneladas en la década de los 90 a 9460 toneladas en 2014, precisó la fuente, quien también se refirió a otras amenazas de derrame de petróleo y encallamientos.
La pesca excesiva del molusco tiene como objetivo la venta del aceite en Omega 3, principalmente a las industrias farmacéuticas, acuicultura y alimento de mascotas.
Según la ONG defensora del medio ambiente hay por lo menos tres embarcaciones pesqueras chilenas involucradas en el asunto.
El valor comercial del krill está por encima de los 200 millones de dólares y en 2021 se espera duplique.
Cinco países cuentan con buques pesqueros en el continente blanco, Chile, Noruega, China, Corea del Sur y Ucrania, específicamente en un área propuesta como santuario para proteger el ecosistema marino, puntualizó.
Tras una expedición de tres meses, Greenpeace reveló que la capacidad pesquera en esta área está ocurriendo a 30 kilómetros a la redonda de la costa, cerca de los epicentros de biodiversidad.
Se incluyen en el área colonias de pingüinos y las zonas de alimentación de ballenas.
Estefanía González recalcó que el panorama se agrava con el impacto del cambio climático, pues en los últimos 50 años la temperatura en la península Antártica experimentó un aumento aproximado de tres grados Celsius.
Fuente:PL