La Habana, 7 may (RHC) La Ciudad del Cabo, segunda urbe más poblada de Sudáfrica y una de las grandes aglomeraciones urbanas del continente, se enfrenta a una crisis de falta de agua sin precedentes en su historia.
Durante el 2018, sus 4 millones de habitantes se vieron obligados a reducir el consumo de agua y las autoridades cortaron el suministro a los agricultores. Las medidas ayudaron a posponer la crisis, pero el riesgo todavía se cierne sobre la urbe africana, señala Bloomberg.
De acuerdo con la agencia, las seis presas principales de Ciudad del Cabo están de promedio a un 21% de su capacidad, una cifra casi un 2% inferior al año pasado. Si las lluvias invernales no mejoran la situación y ponen fin a tres años de sequía, la amenaza del llamado 'día cero' –cuando de los grifos dejará de salir agua– volverá a cernerse sobre la ciudad a principios de 2019.
Los expertos señalan que existen opciones para evitar este escenario apocalíptico:
1. Introducir más restricciones sobre el uso del agua, como aumentar los precios e instalar aparatos que limiten el consumo de agua a cuotas diarias de 50 litros por persona.
2. Construir más plantas de desalinización. La construcción de tres plantas desalinizadoras que suministrarán a Ciudad del Cabo 16 millones litros de agua dulce al día ya está casi completada. Sin embargo, las autoridades valoran la posibilidad de construir una planta que pueda producir hasta 150 millones de litros al día.
3. Las autoridades planean también construir una planta depuradora de agua que diariamente abastecerá la urbe con 10 millones de litros de agua potable a partir de finales de este año.
4. Aprovechar el agua subterránea. En Ciudad del Cabo ya se extraen diariamente 12 millones de litros de agua del subsuelo, un método más barato que la desalinización o purificación.
5. Transportar icebergs desde la Antártida. Un experto ha propuesto que un petrolero 'arrastre' un iceberg desde el océano Antártico hasta la bahía de Saldanha, al norte de la ciudad, a lo largo de 1.000 millas náuticas (1.852 kilómetros). A pesar de que este plan permitiría suministrar a la ciudad 130 millones de litros de agua al día durante un año, las autoridades rechazaron la propuesta por ser demasiado arriesgada y costosa.