San Salvador, 28 jun (RHC) El meteorólogo cubano José Rubiera espera una temporada ciclónica normal e incluso menos activa que en 2017 para el Caribe.
En declaraciones a medios de prensa, el especialista aseguró que los indicadores actuales sugieren una temporada poco activa, pero alertó contra el exceso de confianza.
Factores como las aguas particularmente frías en el Atlántico o la nube de polvo desértico proveniente del Sahara disminuyen las posibilidades de que se forme un ciclón el cual afecte el Caribe, aunque no lo descartó.
De hecho, señaló que 1995 tuvo una temporada activa pero inocua, pues ninguna de las 22 tormentas afectó a los países caribeños, mientras en 1930 solo se formaron solo tres ciclones, pero uno de ellos devastó Santo Domingo.
Tal pronóstico contradice los modelos internacionales elaborados en abril a partir de lecturas de indicadores que han variado, y como sabe que ningún vaticinio es infalible, el experto cubano recomienda estar preparado para todo.
Las temporadas ciclónicas suelen durar del primero de junio al 30 de noviembre, y en 2017 fue particularmente intensa, con unos 17 sistemas tropicales en el Atlántico y el azote de los catastróficos huracanes Harvey, Irma y María.
De acuerdo con la consultora de riesgos Enki Research, los fenómenos que azotaron Estados Unidos, Puerto Rico, Cuba, Antigua y Barbuda, Haití, República Dominicana y otras naciones caribeñas dejaron daños por 369 mil 900 millones de dólares.
A su vez, Irma se ensañó con Cuba y estableció un récord de longevidad, al permanecer durante 37 horas consecutivas como huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, con vientos superiores a los 250 kilómetros por hora. (Fuente:PL)