Londres, 13 nov (EFE).- La Tortuga Sudamericana Gigante, también conocida como Tortuga Arrau, históricamente en peligro por la caza furtiva, está regresando a los ríos de la Amazonía brasileña gracias a la acción de protectoras locales, según ha revelado una investigación de la Universidad de East Anglia (Inglaterra).
El estudio, publicado en la revista Nature Sustainability, señala que, como resultado del trabajo de estos grupos locales, hay otras especies que también han comenzado a aparecer en las playas protegidas y en áreas circundantes.
La investigación, liderada por la Universidad de East Anglia, contó con la colaboración del centro universitario de Anglia Ruskin (Inglaterra), así como de la Universidad Federal de Alagoas y la Federal del Amazonas, ambas en Brasil.
Los científicos analizaron los datos recopilados sobre las poblaciones de tortugas gigantes que anidan en las playas acotadas a lo largo del río Juruá, un importante afluente del Amazonas, durante los últimos cuarenta años.
Además, examinaron las zonas de playa desprotegidas a lo largo de un tramo fluvial de 1.000 kilómetros del mismo río y estudiaron los nidos de todas las especies de tortugas, aves, iguanas, caimanes, peces, delfines de río y poblaciones de insectos durante la estación seca.
Los resultados mostraron que las poblaciones de tortugas gigantes se están recuperando por completo en playas protegidas, del mismo modo que aves migratorias como el rayador americano y animales como el caimán negro, el delfín de río, la iguana verde y el pez bagre.
En la actualidad, en estas playas nacen nueve veces más tortugas que en 1977, lo que equivale a un aumento anual de más de 70.000 crías.
De acuerdo con el estudio, de los más de 2.000 nidos de tortugas ubicados en playas monitorizadas por los grupos locales, solo el 2 % fue atacado por cazadores furtivos, mientras que en las zonas desprotegidas, estos cazadores se hicieron con los huevos del 99 % de los 202 nidos analizados.
La tortuga Arrau, cuyo nombre científico es Podocnemis Expansa, es una especie marina semiacuática, que se apoda como 'gigante' por ser la más grande de los pleurodiros, una característica que se refleja en su largo cuello.
Este animal ha estado históricamente en peligro por su carne y sus huevos, a pesar de que ya en 1967 Brasil aprobó leyes que prohíben su captura, lo que no impidió que a finales de la década de los setenta las cifras de ejemplares alcanzasen niveles preocupantemente bajos.
Este programa de protección del río Juruá es parte del programa de conservación comunitario más grande de la Amazonía brasileña.
Los investigadores afirmaron que esperan que sus hallazgos insten a las autoridades a apoyar la conservación local, un aspecto fundamental para que los programas de restauración ecológica tengan éxito.