Por: Lorenzo Oquendo
Los trabajadores agrícolas y especialmente campesinos de orígen, conocían el tiempo preciso para comenzar siembras en tierras de cultivos para resultantes cosechas alimentarias después de las atenciones agrarias correspondientes.
Así con esa permanente observación del medio ambiente predecían lluvias y sequías para ubicar semillas en los surcos abiertos hasta concluir labranzas de meses y años de acuerdo con plantaciones cultivadas.
Era época de cierta seguridad campesina dejada de existir por el cambio climático que precisamente desordenó esa predicción natural para provocar extensas sequías y persistentes lluvias que afectan cultivos agrícolas en sus procesos agrotécnicos.
La quema de combustibles fósiles extensores de gases de efecto invernadero provocan como es conocido aumentos de temperatura, huracanes e intensas tormentas, unido a la subida del nivel del mar por derretimiento del Océano Artico y pérdidas de la biodiversidad.
En esta época aquellos que laboran la tierra en el mundo dependen de las inconsecuencias del cambio climático, siembran por ejemplo, semillas de frijoles, calabaza, maíz, tomate, pimiento, además de otras viandas y vegetales que posibilitan el consumo familiar y ventas para el sostenimiento económico de un trabajo que actualmente es dependiente del cambio climático.
Estudios realizados por expertos del clima estiman que los gases de efecto invernadero incrementarán la erosión costera con mayores tormentas extremas e inundaciones marítimas de notables crecidas de la linea de aguas en zonas costeras.
En relación con aumentos marítimos es preciso recordar que la pérdida anual de hielo de la Antártida aceleró su fuerza en los últimos 40 años ante el correspondiente aumento del nivel del mar expresado anteriormente y observaciones de especialistas del clima de que la pérdida de hielo ascendió a más de 200 mil millones de toneladas en estos años y volumen equivalente a 13 milítros en el alza marítima.
De acuerdo con científicos investigadores de este derretimiento antártido el mar subió su nivel 20 centímetros durante el último siglo de nuestra existencia planetaria muestra del deshielo continuado desde Groenlandia a la Antártida con amenazas costeras de Bangladesh a Florida y ciudades de Londres a Shanghái.
Es uno de los aspectos fuertemente negativo de los impactos del cambio climático en este caso con el aumento de la temperatura global y que por supuesto, unido otras afectaciones complica el trabajo campesino y las producciones alimentarias apreciables en comunidades vulnerables de muchos países con hambruna a pesar de tierras cultivables donde mitigar ese flagelo por la incertidubre del clima convertida en directa amenaza contra el trabajo creador a partir de tierras agrotécnicamente cultivables. Es situación sumada a otras numerosas que actualmente reciben el nocivo impacto del cambio climático.