Los ecosistemas marinos denotan parte importante de la riqueza natural de Cuba, archipiélago bañado por las aguas del mar Caribe y conformado también por el Municipio Especial Isla de la Juventud y varios cayos o pequeñas islas, tales como Cayo Romano, Cayo Sabinal, Cayo Coco, Cayo Guillermo y Cayo Largo.
Sabinal, el tercer cayo más grande dentro del archipiélago Sabana-Camagüey, destaca por la belleza de su fauna y vegetación, con una superficie de 335 kilómetros cuadrados.
La conservación de los valores de la biodiversidad marina y terrestre presente allí se impuso, aún más, con la creación de una estación de monitoreo ambiental, subordinada al Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de Camagüey (CIMAC), perteneciente a la delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), en la provincia.
En 20 años se incrementó el nivel de conocimiento acerca de esa biodiversidad, con un alto nivel de endemismo, aparte de sus reconocidos valores histórico-culturales y excelentes playas, durante la implementación de un proyecto internacional.
Fruto de ese programa mundial, referente en materia de protección del Sabana-Camagüey, en la costa norte central de Cuba, desde Varadero y hasta la bahía de Nuevitas, dicha unidad es actualmente el soporte para el desarrollo económico en la cayería norte del territorio.
Evaluaciones del impacto ambiental se derivan del quehacer de expertos e investigadores, quienes han participado de manera coordinada con Planificación Física en la elaboración de los planes de ordenamiento turístico de los Cayos Cruz y Sabinal. (Fuente: ACN).