Por Arnaldo Coro Antich

La Habana, 4 nov (RHC) En Cuba no se utiliza ninguna fuente de energía artificial  para secar la ropa y los ajuares de cama que se lavan. Corresponde al Sol esa tarea, la que gracias a los altos niveles de irradiación y la gran cantidad de días al año en que el archipiélago cubano recibe la energia del Sol, hace que solo sea necesario exponer las ropas lavadas suspendidas en lo que aquí conocemos como tendederas.

Un ingeniero amigo sacó hace unos años la cuenta de cuánto combustibles fósiles harían falta para secar la ropa que se lava en Cuba de no contar con esa posibilidad de utilizar directamente al Sol, y el dato, les confieso, es realmente impresionante.

En los paises situados por encima de los paralelos 30 grados al Norte o 30 grados al Sur, se necesita emplear secadoras eléctricas que mediante resistencias y un turbosoplador secan la ropa, a un costo bien alto de kiloWatts hora que deben consumirse.

Y claro está que el siguiente paso en la utilización directa de energía solar como fuente calorífica es emplear calentadores de agua, porque como también dice el ingeniero amigo, en Cuba no debe gastarse ni un mililitro de combustible ni un Watt de electricidad para calentar el agua de consumo doméstico y la que se necesita en instalaciones sociales como escuelas, hospitales, hoteles e incluso en algunas pequeñas y medianas fábricas procesadoras de alimentos.

Los calentadores solares mas eficientes son lo que emplean el sistema captador de tubos al vacio, que se fabrican desde hace un tiempo en la provincia de Ciego de Avila empleando una tecnología transferida por China.

Estos calentadores aunque son ciertamente costosos de inicio por el tipo de materiales que se necesita emplear y el complejo proceso tecnológico de su fabricación, se amortizan pronto, es decir que la inversión se recupera rápido, sobre todo en lugares como instalaciones turísticas en lugares remotos en las que hay que transportar el combustible para calentar el agua.

Pero no todo tiene que ser altamente sofisticado en el aprovechamiento de la energía solar para calentar agua. Muchas personas en Cuba han construido artesanalmente calentadores eficaces empleando materiales reciclados como son las botellas del plástico conocido por PET, las cuales pintan de negro y conectan entre si para producir agua caliente almacena en depósitos plásticos y luego se aislan con poliestireno expansionado lo que permite conservar el agua bien caliente durante muchas horas después de la puesta del SOL.

Varios modelos de estos calentadores de agua rústicos se han publicado en la ya cincuentenaria Revista Juventud Técnica que cuenta con gran número de lectores en todo el país.