Teletrabajar es una opción para muchos, cuando la COVID-19 está al acecho en espacios públicos y superficies comunes, como mesas de oficinas, computadoras, puertas y ventanas o el transporte urbano. Sobre esta modalidad laboral y el uso eficiente de las tecnologías se ha centrado el Foro de Gobernanza de Internet de América Latina y el Caribe (LACIGF13), que esta vez se celebra de forma online.
Omar Correa Madrigal, vicepresidente de Capacitación de la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), en calidad de asistente a la cita virtual, subraya las ventajas del teletrabajo, no solo desde el punto de vista epidemiológico al facilitar el aislamiento físico, sino también para la economía doméstica y nacional. Por ello, el desarrollo de esta forma de empleo mediante las nuevas tecnologías está concebido como parte de la política de informatización de la sociedad cubana y de su transformación digital.
En Cuba, la Ley No.116/2013 del Código del Trabajo ofrece una garantía legal para trabajadores y administraciones, quienes acuerdan las condiciones y responsabilidades de ambas partes.
Según Correa Madrigal, las principales profesiones donde se teletrabaja en nuestro país son: Diseño y desarrollo de software, soporte y mantenimiento de aplicaciones informáticas, auditoría y consultoría de servicios en las redes y de seguridad informáticas, proyecto y diseño, trabajos periodísticos, redacción y revisión de guiones, comunicación y marketing, relaciones públicas, edición, investigación, asesoría jurídica, gestión documental y traducción.
Santiago de Cuba, Granma, Guantánamo y La Habana figuran como los territorios donde más se opta por laborar a través de Internet. En tanto, por sector, sobresalen el Ministerio de Educación Superior, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, el Ministerio de Salud Pública y AZCUBA.
La UIC ha facilitado espacios virtuales para perfeccionar el soporte tecnológico en aras de aumentar la eficiencia y la seguridad de las plataformas para el teletrabajo. También ha propiciado herramientas informáticas para el desarrollo de talleres virtuales sobre las bondades y normativas de esta modalidad, donde han participado distintos actores sociales.
Además, en estos espacios se han identificado los desafíos que implica esta forma de empleo en cuanto a la organización del trabajo, la evaluación del desempeño del teletrabajador, el uso de herramientas claves para lograr su efectividad y la mitigación de posibles barreras.
Una iniciativa de esta organización social que aúna a los profesionales cubanos de las tecnologías es el proyecto UIC-TV, promovido desde inicios de la pandemia en Cuba, para la formación interactiva desde las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), donde el teletrabajo ha sido un tema protagónico.
“De este intercambio se desprendió la labor colaborativa con vistas a desarrollar una Guía para la Implementación del Teletrabajo. Con el desarrollo de este Webinar, la UIC pretende continuar aportando desde la capacitación en el uso de las TIC y la promoción de buenas prácticas para el desarrollo efectivo de dicho tipo de empleo”, precisó Correa Madrigal.
“Socializar avances nacionales como estos con la comunidad latinoamericana y caribeña es fundamental para la UIC, actor de la sociedad civil que busca facilitar la innovación, integración y transformación digital en la Isla”, señaló María Esther Alfonso Suárez, su vicepresidenta primera.
Según Alfonso Suárez, este evento online “constituye un aprendizaje continuo para seguir trabajando en la agenda 2030, en cuanto al acceso de la ciudadanía a las nuevas tecnologías y es una oportunidad de intercambio de experiencias entre las múltiples partes interesadas de la región. Desde el punto de vista estratégico, la UIC, junto a otras organizaciones de la sociedad civil cubana, nos hemos propuesto que Cuba pueda ser sede de un foro regional, a partir de las experiencias que hemos ido adquiriendo en los últimos años, con la realización de talleres, cursos y el Foro Nacional de Gobernanza de Internet”. (Tomado de Cubadebate)