Climeworks
Reikiavik, 9 sep (RHC) Una planta purificadora de aire se puso en funcionamiento este miércoles en el sudeste de Islandia para apoyar la lucha contra el cambio climático.
Se trata de la planta Orca, preparada para capturar dióxido de carbono del ambiente para luego inyectarlo a una gran profundidad, donde se convierte en roca.
Creada por la compañía islandesa Carbfix y la suiza Climeworks, su nombre deriva de la voz local 'orka', que significa 'energía'. Según se indicó, cuando esté funcionando a pleno rendimiento podrá eliminar 4.000 toneladas de dióxido de carbono por año.
Para succionar el dióxido de carbono del ambiente, Orca utiliza ventiladores para llevar aire a un colector equipado con un material filtrante. Cuando el colector se llena, se cierra y comienza a aumentar la temperatura para liberar el dióxido de carbono del material, tras lo cual se puede recolectar el gas altamente concentrado.
Luego, lo mezcla con agua antes de llevarlo a cavernas subterráneas de basalto, a unos 1.000 metros de profundidad, donde con el tiempo se enfría y se convierte en piedra.
"Este es un mercado que aún no existe, pero un mercado que necesita ser construido con urgencia. Esta planta que tenemos aquí es realmente el plan para escalar aún más y realmente industrializarse", afirmó el ingeniero Christoph Gebald, cofundador de Climeworks.
Uno de los retos para el futuro es el de reducir el costo del funcionamiento de la planta, que demanda entre 600 y 800 dólares por tonelada métrica de dióxido de carbono. "El costo por tonelada de Orca es quizás menos importante de lo que aprenderemos para llegar más rápido a la gran escala y, en última instancia, bajar los precios", expresó Jan Wurzbacher, cofundador de Climeworks.
Además, aseguró que "la demanda de eliminación de carbono en Orca es tan alta" que decidieron "ampliar esta planta y construir una aproximadamente 10 veces más grande en unos 3 años". Fuente / Russia Today