Un espectáculo lumínico enciende la bóveda celeste cuando el Sol no está. Foto: Getty Images.
Este lunes 11 de octubre llegó una eyección de masa coronal a la Tierra, con tormentas geomagnéticas de leves a moderadas, lo que resulta en una mayor actividad de auroras.
El impacto pue deprovocar tormentas geomagnéticas de clase G1 a G2. Si se materializa una tormenta G2 moderadamente fuerte, los observadores del cielo en los Estados Unidos podrían ver auroras tan al sur como una línea que conecta Nueva York con Oregón. Es probable que auroras se encuentren en latitudes altas en Europa, con una pequeña posibilidad de que alcancen latitudes medias.
El origen de este evento esta en la mancha solar AR2882, que arrojó una masa coronal eyección hacia la Tierra días antes. Los coronógrafos registraron la nube de tormenta solar que venía casi directamente hacia nosotros.
Este hecho se llama un 'halo CME' porque los CME que se dirigen directamente a la Tierra parecen formar un halo de 360 grados alrededor del sol.
Según Spaceweather, en lo que va de este año, docenas de CME han pasado por alto la Tierra. Muchas de ellas no provocaron más que un malestar geomagnético menor a su paso. Pero esta vez, el sol está disparado directamente hacia la Tierra.
Un impacto directo de esta nube del 11 de octubre podría causar tormentas geomagnéticas. Los niveles probables de las tormentas alcanzarán solo los niveles de G1 o G2 en una escala que va hasta G5. Los satélites y las redes eléctricas sobrevivirán con facilidad mientras las auroras bailan inofensivamente en cielos de gran latitud.
Sobre el Caribe tropical no se esperan efectos visibles. (Fuente: Cubadebate).