Foto: ACN.
La Habana, 1 sep (RHC) El Evento de Patrimonio Histórico Azucarero es una iniciativa que promueve el estudio y la promoción de la historia de este sector vinculado al devenir de la nación cubana, premisa que cumplió con éxito su vigésimo cuarta edición, efectuada este viernes en la occidental provincia de Artemisa.
Con sede en la Biblioteca Provincial Ciro Redondo García, en la capital provincial, y coauspiciado por la Unión de Historiadores de Cuba -Unhic-, en el territorio, el encuentro devino taller sobre pasado y presente de la agroindustria azucarera en la provincia.
Los trabajos presentados (10) traspasaron la historia local y su trascendencia, para proponer acciones encaminadas a fomentar la gestión del desarrollo de la industria azucarera en el municipio de Artemisa.
Sobre la actualidad de esta esfera sobresale la ponencia “Historia de una variedad de caña de azúcar C86-12”, de un colectivo de autores vinculados al Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de Azúcar y a la Empresa Agroindustrial Azucarera 30 de Noviembre.
Este cultivar transita por 26 años de vida; se caracteriza por su alta productividad agrícola y elevado contenido azucarero; además, es la primera variedad obtenida en Pinar del Río y patrimonio del sector en la provincia.
Otro acierto de los estudios relacionados con el patrimonio azucarero en la provincia se aprecia en el interés de divulgar sus componentes, como lo ejemplifica el trabajo “Más de 500 años de cultura y tradiciones, referido al desarrollo de la comunidad de la comunidad Harlem y la empresa azucarera enclavada en ese sitio de Bahía Honda.
La investigadora y ensayista cubana Rebeca Figueredo Valdés comentó a la ACN que algunos trabajos tienen una clara concepción científica y otros adolecen de la asesoría adecuada para este tipo de evento, algo que se logra con una mayor relación con la Universidad de Artemisa.
Figueredo Valdés es autora de los libros Bautismo y compadrazgo: en el ingenio Nuestra Señora de la Merced (1773-1806) y Bautismo y compadrazgo de esclavos en la feligresía de Guanajay, los dos sobre la familia esclava, muy poco estudiada en Cuba.
Desde su punto de vista valoró como muy interesante y aportador la investigación “Programa para el estudio sobre la impronta de Fidel en el patrimonio azucarero artemiseño”, del Licenciado Daniel Suárez Rodríguez y el MSc. José Antonio Villar Valdés.
Fue premiada con aplausos la ponencia “Manolo: un eléctrico apasionado por el azúcar”, de Elizabeth Peguero Rodríguez, estudiante de sexto grado, de la escuela primaria Antonio López Fernández, en San Cristóbal.
Juan Manuel Pérez Venereo, Manolo, como le conocen, laboró 43 años en el sector azucarero; se jubiló y retornó a sus labores; ostenta, entre muchos reconocimientos, el Premio por la Obra de la Vida de la Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba. (Fuente: ACN).
