La Habana, 14 may (RHC) La carretera que une a Trinidad, en la provincia cubana de Sancti Spíritus, con la ciudad de Cienfuegos, muestra hoy un hermoso paisaje rojizo por los miles de cangrejos que la invaden con la llegada de las lluvias.
Según los especialistas del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente este crustáceo (Calcinus Rudícola), que se mantiene enterrado para protegerse del fuerte clima cumple con el período reproductivo en la primavera, las hembras regresan al mar, a través de una migración.
Otras vías del sur de la cuarta villa cubana, Patrimonio Cultural de la Humanidad, también reciben a estos inofensivos animales que conjugan su existencia entre las arenas movedizas y las aguas del mar Caribe.
Esta especie es de un color rojo intenso, matizado con algunas franjas negras, con dos grandes muelas una mayor que la otra, llega a pesar 250 gramos y medir unos ocho centímetros de diámetro.
Cada hembra produce entre 300 mil y 700 mil huevecillos, que conserva adheridos al cuerpo y al momento de su nacimiento regresan al mar para su liberación.
De acuerdo con estudios locales también hacen vida en pantanos, ciénagas, manglares y otros terrenos blandos y fangosos, donde crean cavernas de unos 10 y más centímetros de diámetro y casi dos metros de profundidad.
Este cangrejo nombrado de la tierra o zombi está presente en otros puntos del Caribe, y son parte indispensable del paisaje en varios sitios de Cuba, principalmente en la Ciénaga de Zapata.
Expertos del Ministerio de Salud aconsejan tener en cuenta al capturar estos ejemplares para usarlos como alimento, que el color de su caparazón se debe a la acumulación de tungsteno, metal pesado, que pudiera alojarse en el organismo humano por siempre. (Fuente: Prensa Latina).