Imagen ilustrativa tomada de ACN.
Nueva Gerona, 24 may (RHC) El proyecto de Fuentes Renovables de Energía (FRE), coordinado a instancia nacional por la Universidad de Sancti Spíritus, deviene en referente desde la inter y multidisciplinariedad para la transición energética en Cuba.
El Doctor en Ciencias Ernesto Barrera Cardoso, líder del proyecto, dijo a la Agencia Cubana de Noticias que el objetivo es contribuir al desarrollo local de 22 comunidades rurales en el país a partir del incremento del uso de fuentes limpias y menos contaminantes en la generación de electricidad a tenor de la voluntad política de cambiar la matriz energética, a partir de la sustitución progresiva de combustibles fósiles.
Para comprender mejor estas comunidades, el equipo desarrolló la metodología de intervención social, gracias a la cual trabajó con los pobladores desde la perspectiva de la educación popular a fin de identificar sus necesidades y potencialidades, lo cual permitió diseñar soluciones conjuntas basadas en FRE que satisficieran demandas locales, comentó.
Subrayó que la aludida metodología se ha convertido en una necesidad para nuevos proyectos en el país, incluido el de transición energética en Isla de la Juventud, que tiene como caso piloto a la comunidad rural costera de Cocodrilo, visualizado por el Ministerio de Energía y Minas y la Unión Eléctrica.
La aplicación de la intervención social antes de implementar soluciones técnicas con energías renovables es fundamental para garantizar el éxito y la sostenibilidad, enfatizó al tiempo que significó el enfoque de género como prioridad para contribuir a incrementar la participación de la mujer y de-construir prácticas patriarcales en escenarios rurales.
El enfoque social es esencial en este proceso, insistió. En el pasado, las soluciones tecnológicas se imponían de manera tecnocrática en las comunidades, lo que a menudo desencadenaba en fracasos debido a la falta de alineación con las aspiraciones de los pobladores y las características ambientales.
Desde esta perspectiva se pretende conciliar las nuevas tecnologías, como las energías renovables, con los arraigos culturales de las comunidades, crear capacidades cognitivas locales y promover la transición energética en beneficio de todos, acotó Barrera Cardoso.
Hasta el martes 28 de mayo trabajarán de conjunto ambos proyectos, en el diagnóstico comunitario in situ, en la transferencia de conocimiento e intercambio de saberes desde varias disciplinas con sede en la Universidad “Jesús Montané Oropesa” de Isla de la Juventud. (Fuente:ACN)