La Habana, 1 julio (RHC)-  Según una pesquisa realizada por investigadores del Instituto Humboldt, casi la mitad de los ecosistemas colombianos peligra debido a la transformación de dichos entornos naturales, incluida la reducción de sus áreas verdes, para dar paso a labores agrícolas y ganaderas, principalmente.

Los expertos alertan que al menos 35 de los 81 ecosistemas identificados en el territorio nacional están en riesgo a causa de la ampliación de las zonas dedicadas a cultivos y a la ganadería extensiva, entre otras razones, añadió un informe divulgado por ese centro científico.

En unas cuatro décadas fueron transformados el 37,5% de los bosques, el 25% en las sabanas y el 16% de los páramos, esos últimos prominentes fábricas naturales de agua, precisó una indagación de dicha institución con cierre en 2014.

La situación empeora pues las estrategias para restaurar la naturaleza no han sido tan rápidas como las agresiones al entorno, comentaron los especialistas.

El número de hectáreas rehabilitadas no es suficiente para contrarrestar la acelerada deforestación, amplió el diario El Tiempo de circulación nacional.

Particularmente algunos de sus numerosos páramos muestran daños ocasionados por las faenas mineras indiscriminadas, prohibidas ya dentro de esos predios por la Corte Constitucional, y la actividad turística.

Colombia clasifica entre los países de mayor biodiversidad dentro de su calidoscopio de climas y ecosistemas, los cuales abarcan llanuras conectadas con la Orinoquía, serranías, glaciares, espacios costeros (Caribe y Pacífico), y desérticos, sin olvidar la Amazonía.

Actualmente abriga a más de medio centenar de áreas protegidas y a cinco Reservas de la Biosfera.

El territorio es reconocido mundialmente por la abundancia de especies de orquídeas (unas cuatro mil) y de aves (dos mil).

En el occidente, el departamento de Chocó sobresale como uno de los sitios con mayor diversidad biológica (vegetal y animal) en el planeta.

Además del alto endemismo de la flora y la fauna que caracteriza a ese paraje y a otros escenarios colombianos, la nación cobija temporalmente a varios tipos de tortugas marinas, las cuales anidan en sus dunas; y a las ballenas jorobadas durante su ritual de apareamiento , acontecimientos celebrados con el Festival de la Migración, en localidades como Nuquí (Chocó), perteneciente al litoral del Pacífico.