Santiago de Cuba, 22 jul (RHC) Los carnavales de esta ciudad, Patrimonio Cultural de la nación, comenzaraon en diversos puntos de la trama urbana, donde las altas temperaturas ponen casi a hervir a lugareños y visitantes, dispuestos a una semana irrepetible.
Instaladas están, en la Avenida de La Alameda, las gradas para la inauguración y los desfiles de paseos, carrozas y comparsas, uno de los atractivos mayores de la fiesta y sitio de concentración de los santiagueros y de turistas llegados desde los más diversos confines y atraídos por un telúrico convite.
Por toda la ciudad hay cientos de kioscos para el expendio de alimentos y bebidas, tarimas para la presentación de orquestas y otras agrupaciones musicales, áreas de entretenimiento para los niños y múltiples íconos visuales que adornan calles, parques y plazas.
Precedidos por las versiones acuática e infantil, los carnavales se extenderán hasta el 27 próximo y contarán con la presencia de activistas de la solidaridad y artistas e investigadores de República Dominicana, Italia, Francia, España y otras naciones.
El jolgorio, tras su declaración con la alta categoría que confiere el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural en julio pasado y la inserción en la Red de Carnavales del Caribe, surgida precisamente en el centro histórico de esta urbe en el verano anterior, confirma su linaje en la cultura popular tradicional del país.
En medio de las jornadas festivas, al amanecer del día 26 se hará un alto para el asalto simbólico al cuartel Moncada, mediante el cual niños y jóvenes estudiantes reeditarán la hazaña protagonizada en otra madrugada de carnaval, en 1953, por los jóvenes revolucionarios encabezados por Fidel Castro.
Más allá de arterias populosas y tradicionales, hasta los barrios más apartados llegan la alegría y la celebración, con sus propias áreas y atractivos, que acercan a los vecinos una parte del jubileo.
Grupos portadores como la centenaria conga de Los Hoyos y otras agrupaciones folclóricas con más de un siglo dan vida a estas jornadas. Con modestos recursos materiales y sin la magnificencia de otros carnavales en el mundo, los de esta ciudad llevan el sello de sus gentes cálidas y amables.