La Habana (15 DIC) Aunque el tenor español Plácido Domingo no cantó en el Gran Teatro de La Habana, esta urbe fue en 2016 escenario de leyendas como The Rolling Stones.
Aunque el tenor español Plácido Domingo no cantó en el Gran Teatro de La Habana -conmovido ante el dolor popular por la pérdida del líder cubano Fidel Castro-, esta urbe fue en 2016 escenario de leyendas como The Rolling Stones.
Solo unos pocos días después de otra histórica visita, la del presidente estadounidense Barack Obama, sus "Satánicas Majestades" aterrizaron en La Habana que ya era un hervidero desde que comenzó a alzarse una monumental plataforma en la Ciudad Deportiva.
La noche del 25 de marzo queda, sin dudas, grabada con cincel y martillo en los registros musicales de esta isla, la primera del Caribe donde pisaron y cantaron los míticos Stones.
La banda británica deslumbró a una multitud de más de medio millón de personas en un espectáculo gratuito, lleno de luces y con mil 300 kilos de audio para poner banda sonora a todo marzo.
"Qué publico tan chévere", dijo Jagger apenas comenzó aquel show y la turba enloqueció. La estamos pasando muy bien aquí en La Habana, confesó luego, y el público entró de nuevo en la euforia.
La explanada de la Ciudad Deportiva resultó pequeña para la multitud que abarrotó las calles aledañas y hasta subió a los techos de las casas para corear temas como Jumping Jack flash, Midnight Rambler y Gimme Shelter.
Si los solos de Keith Richards y Ron Wood encantaron a los asistentes al escucharlos en vivo, los frenéticos meneos de Jagger en el escenario -al borde casi de las convulsiones- también contagiaron a todos.
Y por supuesto, la voz líder ofreció su performance rockanrolero de siempre, su melodía y su carisma. Incluso, habló cómplicemente con el público durante el concierto, en un español que sorprendió a muchos.
En Sympathy for the Devil, Jagger apareció sobre el escenario con una capa de plumas rojas para desplegar toda su "maldad" entre el espectacular juego de luces.
A "los cubanos románticos" dedicó Angie, uno de sus temas más melódicos, y luego de desplegar una dosis de melancolía con Miss you, le confirmó a la inmensa multitud que eran unos "cantantes fantásticos".
"Ustedes sí están en talla", aseguró con la misma frase que utilizan los cubanos en el lenguaje popular cuando quieren decir que algo "va a las mil maravillas".
Aquí están los Rolling Stones, esto es increíble, gritó aquella noche de marzo Richards y junto a Wood cantó You Got the Silver, el primer tema grabado por los Rolling en que el primero interpreta la voz solista en exclusiva.
El Coro Entrevoces fue la única agrupación cubana que los acompañó en You Can't Always Get What You Want, mientras miles también se unían al estribillo.
Satisfaction exprimió hasta la última energía en un cierre apoteósico. "Sabemos que años atrás era difícil escuchar nuestra música en Cuba, pero aquí estamos tocando para ustedes en su linda tierra."
Aunque, la verdad, marzo de 2016 ya había comenzado musical en La Habana. El día 6, la Tribuna Antiimperialista José Martí acogió el mayor espectáculo de música electrónica realizado hasta la fecha en Cuba, el concierto de la banda estadounidense Major Lazer.
Los Djs Diplo, de Estados Unidos; Walshy Fire, de origen jamaicano; y Jillionaire, de Trinidad y Tobago, pusieron a saltar a miles de jóvenes. También estuvieron algunos Djs y productores cubanos como Iván Lejardi, Reitt, I.A y Adroid.
Todos ellos alternaron entre el escenario y la consola donde mezclaron creativamente ritmos africanos, caribeños y latinos como el reggae, con otros como el dubstep y el house.
En esa mixtura incluyeron varios sones cubanos y algunos temas de salsa, como parte de un mensaje mayor que ubica a la música toda como lenguaje común.
Después de un inicio de año como ese, solo podía esperarse un 2016 bien musical y así fue. Como ya es habitual cada año, la capital resultó sede de varios eventos dedicados a diferentes sonoridades.
En octubre llegó el Festival Mozart Habana, donde las composiciones del genio del Salzburgo fueron el plato fuerte. Le siguió un noviembre nutrido, con el Jojazz -que presentó a jóvenes talentos del jazz- y el Festival de La Habana de Música Contemporánea.
Por último, diciembre abrió de nuevo las puertas al ritmo que popularizaron los afrodescendientes del sur de Estados Unidos: el Festival Jazz Plaza es ahora escenario de grandes como el cubano Chucho Valdés, Arturo O´Farril y Christian McBride.
(TOMADO DE CUBASI)