por Giusette León García
La Habana, 9 enero (RHC)- La más reciente producción discográfica del compositor y pianista cubano José María Vitier resulta una suerte de autobiografía en la que se pueden repasar mucho más que los 40 años de Música que le dan título, así lo expresó el propio artista:
“Ahora que lo veo creo que es una compilación razonable, es una antología y a nadie se le quedan más cosas fuera que a mí, porque es muy duro no poner algunas cosas y esta es como una especie de pequeña autobiografía que estoy publicando, aquí hay 40 años de vida y no 40 años, ahí está toda mi vida, porque uno en definitiva, cuando hace cualquier cosa, eso que hace le demoro hacerlo todo lo que vivió antes, así que esta historia empieza quien sabe cuándo, quizás cuando me sentaron en el piano por primera vez…”
Sin embargo, también ha explicado por qué concentrarse en la obra realizada durante las últimas cuatro décadas: “Este disco se llama 40 años de música y eso requiere una breve explicación, yo considere que había cumplido 40 años de música el año pasado, porque yo me gradué en el Conservatorio Amadeo Roldan y por lo tanto empecé a trabajar y a ganar un salario y a pertenecer al sindicato de la música, en el año 75, por eso no considere como el inicio de mi carrera cosas que ocurrieron antes aunque fueron también profesionales, yo antes de 1975 ya había escrito la música para una o dos obras de teatro, para varios documentales y había empezado a tocar ya también mucha música compuesta por mí, había tocado también antes, de niño prácticamente, en el teatro musical, toqué con el grupo los gnomos… Pero realmente en el 75 yo empecé a trabajar, funde casa, familia, empecé a llevar el salario a la casa, ahí yo empecé a trabajar, ahí lo considero yo…”
Silvia Rodríguez, productora del fonograma explicó la forma en que concibieron la selección: “Tratamos de seguir un orden más o menos cronológico de cuando fueron, más que la composición, las grabaciones, dividido en dos, uno instrumental y otro de canciones o vocal, que va desde la canción más íntima de formato más pequeño, de voz y piano, hasta los formatos más grandes, de orquesta sinfónica, coro… hay cosas inéditas que salen en este disco como son fragmentos de una obra para piano y orquesta que se llama pulsos.”
En este sentido, comentó Vitier: “Lo más difícil fue que el disco tuviera alguna unidad, entonces qué criterio emplear, un criterio cronológico hace sentido, pero de repente la música se iba como para lugares muy diferentes y como yo he sido un músico ecléctico y que me he movido en áreas distintas, era muy complicado…”
Intérprete y productora destacaron y agradecieron también a los músicos que participaron en el disco: “Va recorriendo tanto en lo instrumental como en lo vocal una multitud de intérpretes de primera línea que algunos están con nosotros, otros ya no están, pero están súper vivos y súper bien en estas grabaciones, para nosotros memorables”, opinó Silvia.
Dos CD resultan muy breves para reunir toda la prolífica obra de un músico como José María Vitier, así que las nostalgias de lo que no se pudo compilar afloran inevitablemente en sus palabras a la prensa: “Hay zonas completas de mi música que no aparecen aquí, por ejemplo mi música para niños, el primer CD que yo hice fue, con Pablo Milanés, musicalizaciones mías para niños, en una versión lo teníamos, pero se volvía muy largo y yo quería que estuvieran todos, que fuera equilibrado y que fuera justo…”
También lamentó la ausencia de varias obras realizadas con creadores como Silvio Rodríguez, otras de música más contemporánea, de búsqueda, a la cual también le he dado importancia en su vida y entre lo que sí fue posible incluir en el disco destacó: “Hay un solo tema de la etapa de mi grupo, para el que compuse unos 50 entre arreglos y música original, está el tema del festival, hay algo de las series de televisión, están mis grabaciones con algunos músicos que me enseñaron mucho y yo quise mucho, estoy pensando ahora en Miguel Angá está Tata Güines y bueno, instrumentistas de primer nivel que me honraron y honraron mi obra con su interpretación.”
Las palabras de Silvia, quien ha sido también esposa y compañera en la vida de Jose María Vitier, quizás sean la mejor síntesis de lo que esta producción significa: “es un disco generoso, los que lo escuchen lo van a poder comprobar, pues son dos CD que tienen más de una hora cada uno y ha sido para mí especialmente como recorrer la vida, entonces es como escoger qué parte de tu vida pones y qué parte dejas fuera, así que es muy difícil, cada tema para nosotros es un recuerdo entrañable y tiene ese valor, no solo musical, sino también espiritual y emocional.”
(Cubasí)