La Habana, 29 ene (RHC) La afamada bailarina cubana Marta García falleció, este domingo, en un hospital de Madrid, a los 68 años, víctima de un cáncer de pulmón, informaron fuentes allegadas a la artista.
Nacida el siete de febrero de 1949 en el barrio habanero de Guanabacoa, su larga trayectoria la convirtió en uno de los pilares del Ballet Nacional de Cuba (BNC), perteneciendo a la segunda generación de grandes y admiradas figuras de la prestigiosa escuela.
Aunque es en 1965 cuando debuta en las filas de la compañía titular cubana en el cuerpo de baile de Coppelia -tras completar su formación de bailarina clásica en la Escuela provincial de Ballet de La Habana-, su vocación artística despuntó mucho antes.
Con apenas cinco años se hizo acreedora del Premio a la Mejor Artista Infantil, otorgado por un popular programa de la televisión de la época, para cuyas cámaras recitó, cantó, actuó y bailó danzas españolas desde sus tempranos tres años.
En 1956 se entrena en una presentación de la Academia de Ballet Alicia Alonso y un año después repite con éxito esa experiencia y participa en el Festival de Bailes Españoles del Teatro Fausto.
Sus primeros roles de solista fueron una década después, en Las Amigas de Giselle; y la Danza Española y Mazurca, de El lago de los cisnes.
En 1968, Marta García gana el premio juvenil en el prestigioso Concurso de Ballet de Varna (Bulgaria), certamen al que vuelve en 1970 y obtiene la medalla de plata. En 1971 le llega uno de sus hitos con el ballet Mascarada, coreografiado por Anna Leontieva.
Con el BNC recorre el mundo y asume todos los papeles protagónicos del gran repertorio clásico, de La fille mal gardée y Giselle a El lago de los cisnes, Don Quijote y La bayadera.
Para 1975, dos años después de ser ascendida a primera bailarina, estrena La casa de Bernarda Alba en la versión de Iván Tenorio y en 1978 Bodas de sangre, de Antonio Gades, encarnando el papel de La Novia en el debut habanero.