La Habana, 19 feb (RHC-PL) La escritora española Belén Gopegui presentó, en Cuba, su novela El comité de la noche durante la jornada final de la 26 Feria Internacional del Libro (FIL).
Aunque se inspiró en un hecho real, la novelista aclara que concibió una obra de ficción sobre dos mujeres que se integran a un grupo clandestino para luchar contra el tráfico de sangre.
Me basé en una noticia aparecida en España, según la cual una multinacional farmacéutica ofrecía a los parados, la gente sin trabajo, 70 euros por donar su sangre, contó Gopegui a Prensa Latina.
A ella le pareció increíble que alguien pudiera aprovecharse de la escasez de ofertas laborales y comprarle su sangre a los desempleados, y este malestar fue la génesis de El comité de la noche, la novela cuyos derechos donó a la Editorial Oriente de Cuba para su publicación en el país caribeño.
Dentro de España, la obra ha sido descrita por especialistas literarios como un thriller social en el que se abordan conflictos éticos, el uso desmedido del poder, el peligro de la privatización, y algunos dilemas de la conciencia.
La autora galardonada por su opera prima La escala de los mapas (1993), se considera una profesional con suerte por haber tenido la posibilidad de publicar su literatura con buenas editoriales siendo una prosista ajena a las demandas del mercado.
Belén Gopegui escribe lo que siente, se nota en toda su obra, y no deja de preocuparle que muchas instituciones en la actualidad compartan el mismo interés de sacar beneficio de las historias.
Según relató durante una charla con representantes de la esfera editorial cubana, una parte amplia de la industria en España ahora conforma equipos similares a los que producen las series de televisión, con guionistas dedicados a asesorar al autor.
Buscan esencialmente una historia que se venda, expuso Gopegui y citó un fragmento de la letra de uno de los temas más conocidos del cantautor español Luis Eduardo Aute, para caracterizar a la mayoría de esos profesionales.
Antes iban de profetas/ y ahora el éxito es su meta; mercaderes, traficantes/ más que nausea dan tristeza/ no rozaron ni un instante/ la belleza, recitó.
Para la novelista, descrita por Francisco Umbral como la mejor de su generación, la literatura tiene entre sus funciones ayudar a vivir y crear lazos de unión entre las personas, ofrecer intensidad a la vida, entre varias.
Y una parte tiene que ver con la belleza y la verdad, insistió pues -de acuerdo con la escritora- aunque la cultura muchas veces ha servido para engañar también ha sido útil para desentrañar.