La Habana, 20 de abr (RHC). El escritor español Eduardo Mendoza recibió el Premio Cervantes de manos del rey Felipe VI, con un discurso cuajado del sentido del humor del que hace gala en sus obras y en el que, tras recordar cómo lo influyeron sus lecturas del “Quijote”, acabó alertando contra la vanidad.

“Ocasiones como la presente entrañan para el premiado un riesgo inverso al que corrió don Quijote: creerse protagonista de un relato más bonito que la realidad”. Por eso, él recoge este premio “con profunda gratitud y alegría”, pero seguirá siendo el que siempre ha sido: “Eduardo Mendoza, de profesión, sus labores”, dijo el escritor y traductor barcelonés, que en enero cumplió 74 años.

Como ya había anunciado cuando acudió al Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, la ciudad natal de Miguel de Cervantes, su discurso sería “una lección cervantina”. Y para ello, el autor de “La verdad sobre el caso Savolta” o “Sin noticias de Gurb” desgranó los aspectos del “Quijote” que más lo marcaron desde su primera lectura hasta la más reciente, tras el anuncio de que recibiría el galardón.

“Sin la incidencia atropellada de don Quijote, hidalgos, venteros, labriegos, curas y mozas del partido reposarían en la fosa común de la antropología cultural”, señaló Mendoza. Gracias a Cervantes están aquí y esa es, a juicio del galardonado, la función de la ficción: “no dar noticia de unos hechos, sino dar vida a lo que, de otro modo, acabaría convertido en mero dato, en prototipo y en estadística”.

Además, Mendoza también aprovechó para reivindicar el humor, un género que ha practicado “con reincidencia” convencido de que lo pondría “a salvo de muchas responsabilidades”, y que a menudo ha sido considerado un género menor. “Yo no lo veo así”, aseveró. Pero aunque lo fuera, “igualmente habría que buscar y reconocer en él la excelencia”.

El galardón más importante de las letras en español se entrega tradicionalmente el 23 de abril, coincidiendo con Día Internacional del Libro y la muerte de Cervantes. Este año, como en todas las ocasiones en que la fecha caía en domingo, se ha adelantado. Así, en lugar de la víspera, será mañana cuando Mendoza deposite su legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes.

Dotado con 125.000 euros (133.000 dólares), el Cervantes premia el conjunto de la obra de un escritor que haya contribuido a enriquecer el legado literario hispano. Según destacó el jurado, Mendoza “devolvió al lector el goce por el relato y el interés por la historia que se cuenta”. El año pasado el galardón lo recibió el mexicano Fernando del Paso.