La Habana, 29 sep (RHC) La oriental ciudad cubana de Las Tunas festejará este 30 de septiembre su 221 cumpleaños, cada vez más atractiva, cosmopolita y bendecida por sus hijos, en Cuba, y en cualquier geografía.
Recuerda la información de la Agencia Cubana de Noticias que hace seis décadas, apenas era una localidad dividida en dos por la carretera Central, y donde lo más famoso era la Leyenda del Caballo Blanco, que se tejía alrededor de un corcel con un jinete decapitado, cuya aparición en cualquier punto del actual centro histórico provocaba desgracias.
En el censo de población de 1953 se registraron algo más de 20 mil habitantes, y 30 años después, ya Las Tunas fue considerada ciudad de primer orden por contar con más de 100 mil.
Ahora la urbe acoge a 165 mil personas, y posee igual infraestructura en la educación, la salud y los programas sociales, que las demás ciudades cubanas, y en la última década se ha hecho notar más que nunca su esplendor como capital provincial.
Su centro histórico sorprende a quienes no la visitaban desde hace años, con sus dos segmentos de bulevar, sus instalaciones debidamente pintadas, la apertura de la Casa de la Música, nuevos restaurantes y cafeterías.
Ya no es como décadas atrás, cuando casi todo se concentraba en el corazón de la urbe. En el oeste (repartos Aguilera y La Victoria), funciona la Casa Insólita (o antigravedad), única en Cuba, en la que se combina la arquitectura con la ciencia para generar fenómenos físicos que sorprenden a quienes la visitan.
En el extremo nordeste, alrededor del Tanque de Buena Vista, se construyó una parrillada y al lado, en el antiguo cine 28 de Septiembre, funciona Teatro Tuyo, la prestigiosa agrupación especializada en el arte del clown.
La entrada y salida ya no es la estrecha carretera Central, ahora son vías de cuatro sendas con dos rotondas que le imprimen más aire de ciudad; y ya se construye una circunvalación con su correspondiente separador para vincular al oriente cubano con los demás territorios del país, sin necesidad de entrar al macizo urbano.
Septiembre es un mes de relieve para Las Tunas por coincidir la toma e incendio, del 23 al 26, con las fiestas de San Jerónimo, patrón de la ciudad, el día 30.
Pero lo más importante son sus hijos: laboriosos, carismáticos, dicharacheros, jaraneros y orgullosos de vivir en el Balcón del Oriente Cubano.