La Habana, 8 nov (RHC-PL) El tratamiento innovador al tema de la esclavitud y la resistencia esclava en la Cuba del siglo XIX resalta en la novela Robaron mi cuerpo negro, de Rodolfo Alpízar, que será presentada, el viernes próximo, en el Centro Hispanoamericano de Cultura, en La Habana.
El prolífero autor pondrá a consideración de los lectores un texto basado en hechos reales: los levantamientos de esclavos durante 1843 en la occidental provincia de Matanzas.
Comienza y termina con la sublevación del ingenio Triunvirato, aunque no se refiere a ese hecho particular.
A diferencia de la novela histórica tradicional, no se encuentra la descripción de combates, enfrentamientos y luchas cuerpo a cuerpo, como tampoco se aprecia la enumeración de los horrores de la esclavitud o de la épica de quienes se rebelaron contra ella.
Lo insólito de que un personaje femenino encabece la insurrección de los esclavos por su libertad resulta un hecho absolutamente real; la esclava Fermina tuvo presencia activa en varios movimientos contra el horrendo flagelo.
Con impecable uso del lenguaje y las técnicas narrativas propias de un autor con más de cuatro décadas de experiencia, Robaron mi cuerpo... canta a la belleza de la raza y al amor visto desde múltiples ángulos.
De acuerdo con el editor Michel Encinosa, más que el robo de un cuerpo o de incontables cuerpos físicos, se trata del robo, la usurpación, el arrebato de toda una raíz, de tradiciones, de religiones, creencias y costumbres.
Publicada por la editorial Letras Cubanas, la nueva obra de Alpízar tiene como mérito esencial el rescate para la literatura y para el imaginario cubano una figura cuyo valor histórico ha sido desconocido durante casi dos siglos en virtud de su doble condición inferiorizada por la historia: ser mujer y negra.
Licenciado en lengua y literaturas hispánicas, el también traductor Rodolfo Alpízar (La Habana, 1947) cuenta con más de 30 libros publicados. Obras de autores portugueses, brasileños y africanos de habla portuguesa como José Saramago, Frei Betto y Artur Pestana han sido traducidas por él.
En 2011 recibió el premio Aurora Borealis de literatura de no ficción concedido por la Federación Internacional de Traductores.